Ojós
Al parecer no dispuso de alumbrado de aceite ni de petróleo, excepción hecha del farol que portaba, a finales del S.XIX e inicios del S.XX el sereno Hermenegildo Ferrer Torrecillas quien, a cambio de un salario de 275 pesetas anuales que siempre cobraba con retraso (hasta dos años) ejercía el oficio.
En 1901 José Luís Gómez intentó construir un salto de agua en Ojós, en el paraje conocido como El Solvente. Para ello solicitó permiso al ayuntamiento de Murcia que, en un principio se lo denegó. Por fin, tras diversos intentos, en mayo de ese mismo 1901, se accedió a una inspección que fue efectuada por el ingeniero Pedro M.González Quijano. Pero a pesar de esos intentos la luz eléctrica llegó de la mano de Jerónimo Ruiz Hidalgo y su empresa Molinos del Segura que conseguía el fluido mediante salto de agua situado en el río Muerto de Archena. De hecho, fue con fecha 28 de octubre cuando presentó en la Casa Consistorial instancia para instalar un transformador de corriente eléctrica y situarlo junto a la iglesia. El 4 de octubre el pleno se hacía eco de la petición, volviendo a tratar el tema el día 18. Y por fín, con tal fecha no sólo se le autorizó a realizar la obra, sino que se le pidió que instalara 20 luces en las calles de Ojós, a cambio de lo cual se le ofrecían en pago 400 pesetas anuales.
El 25 de noviembre de 1907 se presentó el pliego de condiciones y el 6 de diciembre se marcaban los puntos donde deberán situarse las lámparas contratadas. En abril de 1908 el alumbrado público era inaugurado. Cinco años más tarde, en octubre de 1913, un vecino de la localidad solicitó poder instalar la maquinaria precisa a fin de poder producir energía eléctrica con destino a particulares. Se trataba de Francisco Bermejo López.
En enero de 1920 la empresa Eléctrica del Segura solicitó el uso de 30.000l/s en las Peñas de Juan Gil y, concedido el permiso de explotación, construyó una presa de 2,5 m de altura y 28 m de longitud, además de un canal-túnel de casi 2.500 m. Con esa misma fecha Papelera del Turia y del Segura presentaba otro proyecto de producción de energía para uso industrial mediante presa en el Chinte (hoy azud de Ojós).
Ricote
En 1899 el presupuesto anual que Ricote destinaba a iluminación oscilaba en torno a las 860 pesetas ,mientras que para 1901 había bajado curiosamente a 500 pesetas. Tres años después de esa ultima fecha se subastaba la concesión del alumbrado público por electricidad (diciembre de 1904) saliendo a concurso la contrata por 20 años, a 1.400 pesetas anuales y 65 luces de 10 bujías. Finalmente se contrató con Purificación Fernández cuya empresa era San Rafael de Blanca. En 1918 el presupuesto de alumbrado público anual ascendía a 700 pesetas.
Ulea
En diciembre de 1869 se acordó en sesión plenaria del ayuntamiento que Joaquín Sánchez Carrillo, sepulturero, sereno y pregonero, se ocupara también del alumbrado público. Aunque en un principio parezcan muchas las tareas, hay que tener en cuenta que la población ascendía a 220 vecinos por lo que el trabajo era escaso. En 1890 consta que el gasto anual municipal por este concepto ascendía a la cantidad de 375 pesetas, pero en 1894 y 1895 ya se había elevado a 450 pesetas anuales y, curiosamente, en 1898 bajó a 381,40 pesetas, alcanzando la cifra más baja en 1899 con 351,60 pesetas de costo anual.
Dos años más tarde, en 1901, la empresa Molinos del Segura, que suministraba la energía eléctrica a Archena y Jumilla, llegaba a un acuerdo con este ayuntamiento y obtenía la concesión por 20 años a 500 pesetas anuales comprometiéndose a la instalación de 25 lámparas de 10 bujías.
Villanueva
Que sepamos, el alumbrado por petróleo se remonta, al menos, a 1890. En esa fecha el presupuesto anual por este concepto era de 500 pesetas, si bien entre 1895 y 1897 bajó a 450 pesetas y, en 1899, lo hacía a 400 pesetas.
La electricidad llegaría de la mano de Molinos del Segura en torno a 1907. Entre 1912 y 1921 el presupuesto anual del ayuntamiento alcanzó las 920 pesetas, aumentando a 1.012 pesetas a partir de esa fecha. En esos años el sereno cobraba anualmente 456,25 pesetas. En 1929 fue nombrado para el cargo Antonio García López. En cuanto a iniciativas empresariales, hemos hallado la de Cayetano Ayala y Guillén quien en 1924 solicitaba permiso oficial para instalar un tendido en el término municipal.