Los primeros vestigios de asentamientos encontrados en Lorquí se remontan a época íbera, habiéndose hallado también restos romanos y sobre todo de moradores islámicos, quienes fijaron el actual emplazamiento de la villa.
Conquistada por los castellanos en el siglo XIII, Lorquí fue posesión de la Orden de Santiago durante casi cinco siglos, periodo dilatado en el que se sucedieron todo tipo de avatares. Con la desamortización del siglo XIX la villa se enajenaría del señorío de la orden,
al tiempo que iniciaría su andadura contemporánea.
Desde el punto de vista mediambiental la localidad cuenta con el paraje natural de Montes Blancos, en el que se puede apreciar la acción de la lluvia sobre un terreno de materiales blandos, formando un paisaje conocido como Bad-lands. Así mismo, también es recurrente la presencia en la zona de cuevas.
Lorquí, con una población de 7.020 habitantes, ha experimentado una evolución económica en los últimos 50 años,
que le ha llevado de depender fundamentalmente de la agricultura, a ser un municipio eminentemente industrial, con la proliferación de polígonos industriales en torno a la carretera N-301. Actualmente cuenta con tres de estos polígonos, uno municipal y dos privados, con más de 600 actividades económicas registradas.
La localidad celebra diversas festividades como San Antón, el 17 de enero, o las hogueras de San Juan, la noche del 23 al 24 de junio, aunque la celebraciones más arraigadas son las patronales en Honor de Santiago Apóstol el 25 de julio.