José Joaquín Rojas
José Joaquín Rojas

     El patriarca de los Rojas no llegó a ser ciclista profesional aunque ganas y cualidades no le faltaron. Eran otros tiempos y él no lo tuvo tan fácil como sus hijos. El ciclismo no daba de comer y había que trabajar, por eso la bicicleta no pudo ser su trabajo pero sí su afición.

     Una afición que se encargó de trasmitir a sus dos hijos "La culpa de que me dedique al ciclismo la tiene mi familia, pero sobre todo mi padre. A él le gustaba mucho el ciclismo y nos inculcó esta afición primero a mi hermano y después a mí", recuerda.

     José Joaquín empezó a montar en bici desde muy pequeño aunque no se federó hasta cumplir los 13 años. Fue en el año 1998 y su equipo en la categoría de Infantil fue la Asociación Deportiva Algezares "De aquellos primeros años recuerdo sobre todo que me divertía muchísimo porque hacía algo que me gustaba, que apenas me costaba trabajo y encima a mí me salía bien", comenta.

Un regalo de Manolo Sáiz

     La bicicleta con la que comenzó a competir fue un regalo de Manolo Sáiz y con ella se presentó en La Flota de Murcia dispuesto a tomar la salida en su primera carrera "Empecé con buen pie. Aquel día era la presentación de la temporada y para inaugurarla juntaron las dos categorías; infantiles de primera año e infantiles de segundo. Yo salí a correr con muchos nervios pero al final conseguí ganarla", explica.

     A Javier Rodríguez y a Javi Cano, entre otros, les tocó sufrir a un José Joaquín que desde que empezó a competir pasaba nueve de cada diez veces el primero por la línea de meta.

     Tras los dos años en categoría infantil, en 2000 pasó al equipo Ciclos Sarabia donde estuvo los dos años de cadetes y su primer año de juvenil. "Fue en 2002 y de ese año guardo uno de los mejores recuerdos que hasta este momento tengo sobre la bicicleta. Conseguí ganar el campeonato de España en mi primer año en juveniles. Fue algo inesperado porque siempre en los primeros años lo pasas un poco mal hasta que te adaptas a la categoría y me hizo mucha ilusión", afirma.

     En su segundo año de juvenil, José Joaquín corrió en el equipo Construcciones Soctec y formó parte de la selección española sub 23 para disputar el mundial de fondo en carreta, pero una inoportuna caída en la misma línea de meta le privó de una medalla. Al año siguiente, en 2004 y en su primer año de amateur, Manolo Sáiz lo llamó para que pasase a formar parte del equipo Wurth y en las filas de este equipo pasó dos temporadas antes de dar el salto definitivo al ciclismo profesional.

El ciclismo profesional

     A finales de 2005 y antes de terminar su segunda temporada de amateur José Joaquín debutó en el ciclismo profesional en la París-Tours. “Ese día estaba muy nervioso. En la salida me sudaban las manos y no sabía qué hacer. Me veía con gente como Zabel, codo a codo, y la verdad es que lo que más recuerdo de ese día son los nervios”, comenta.

     Los nervios debieron pasar pronto y ya a comienzos de 2006 José Joaquín empezó a codearse con los grandes ciclistas del momento. “Preparé bien el principio de temporada porque era el objetivo que me marcó Manolo Sáiz, pero la verdad es que no me esperaba estar tan bien. Hice bastantes puestos entre los diez primeros, gané la montaña de la Tirreno-Adriático, estuve 7º en La Panne y fue todo un poco inesperado porque nadie pensaba que pudiese estar a ese nivel”, comenta.

     Es sólo el principio de una gran carrera que comenzó hace unos años siendo el hermano de Mariano Rojas. Ahora, gracias a su calidad como ciclista, ya es simplemente José Joaquín.