Es una talla realizada en madera policromada. Tamaño menor que el natural.

Se trata de la figura de la Virgen, que se alza sobre una nube con querubines. Está colocada de frente y sujeta en alto con las dos manos al Niño. Éste, se encuentra casi de pie, sujetado por la madre. Se coge a ella con el brazo izquierdo, mientras que con el derecho bendice.

Sorprende la belleza de la imagen. Ha sido calificada por don José Crisanto López Jiménez, prestigioso crítico de arte, como 'un dechado de hermosura'. Asimismo Antonio Lebro, restaurador napolitano, la define como 'una de las más bellas esculturas del dieciocho italiano'.

Observaciones:

La Virgen de las Maravillas es fruto del encargo que hizo Fray Francisco Moreno Pastor al capitán de un buque mercante, don Pedro Peretti, que residía en Cartagena, pero que era de Nápoles y terciario franciscano. Este aceptó la misión haciendo el encargo a Nápoles, y concretamente a Nicolás Fumo.

Peretti costeó la imagen y la trajo él mismo desde Italia. Hizo su entrada en la población de Cehegín el 25 de julio de 1725, y al día siguiente fue llevada al convento y puesta en un altar portátil, donde permaneció cinco años, hasta que los fieles consiguieron con sus donaciones y limosnas construir el camarín donde actualmente se encuentra.

Nombre: Virgen de la Maravillas

Objeto: Escultura

Autor: Nicolás Fumo

Fecha: Principios del siglo XVIII

Ubicación: Iglesia Ntra. Sra. Maravillas Cehegín