Las fortalezas del Puerto de la Cadena

  A mediados del siglo XII se construyeron en el Puerto de la Cadena los castillos de La Asomada y el Portazgo, este último con dos recintos actualmente separados por la autovía Murcia-Cartagena. Dominan una amplia zona de la Vega del Segura. Se trata de dos fortificaciones de la época de Ibn Mardanish (llamado por los cristianos Rey Lobo), que gobernó el Levante español, teniendo como capital Murcia. Siguiendo parámetros muy similares, construyó otras fortificaciones como las de Monteagudo y el Castillejo.

  Hipótesis sobre el nombre de El Palmar

  Existen dos teorías acerca de la toponimia de El Palmar. Por un lado, Jesús Belmonte consideró que el término vendría de 'El Palomar', basándose en documentación matrimonial de inicios del siglo XVI. Por otro lado, Abelardo Merino y Fernando de Oliva afirmaron que deriva de la existencia en la zona de gran cantidad de palmitos y palmeras. Parece que esta interpretación topográfica tiene mayores visos de realidad histórica.

  El Lugar de Don Juan Verástegui

  Tras la Reconquista del Reino de Murcia (siglo XIII) y los repartimientos de tierras llevados a cabo por Alfonso X 'el Sabio', El Palmar, al igual que toda la Huerta de Murcia, pasó a depender del Concejo de Murcia (creado en 1266). Esa dependencia incluía también lo eclesiástico, no contando El Palmar con parroquia propia, sino que era aneja de Santa María de Murcia.

  Esta situación hizo que muchas alquerías huertanas pasaran del mayorazgo al señorío. El Palmar fue otorgado al linaje de los Verástegui, de origen vasco. En el siglo XV El Palmar era propiedad de Don Juan Verástegui, regidor del Concejo de Murcia, que dio nombre a la población como el Lugar de Don Juan. Esta denominación se mantuvo hasta la desaparición del señorío (que en la Edad Moderna incluía también Javalí Nuevo y Javalí Viejo), pasando desde entonces a recibir el nombre abreviado de El Palmar.