Recorrido [Abarán_Día del Niño]
Recorrido
Beso al Niño [Abarán_Día del Niño]
Beso al Niño

Orígenes de la Fiesta del Niño

    Aunque existen diversas teorías al respecto, se tiene constancia de que la tradición de festejar el Día del Niño en Abarán hunde sus raíces en la primera mitad del siglo XVIII.

    Para originarse la Fiesta del Niño, el pueblo de Abarán hubo de estar debidamente consagrado a la religión católica, situación que se produciría a partir del año 1507, ya que se tiene constancia de la existencia de una iglesia dedicada a San Pablo, regida por el Capellán don Fernando de Aroca de la Orden de San Pedro.

    Según diversos documentos, más de doscientos años después, cuando la religión católica ya estaba consolidada en el Valle de Ricote, la población de Abarán empezó a celebrar la Fiesta del Niño en el día de la Epifanía, el 6 de enero. Fue entonces, cuando alguna autoridad religiosa o civil concibió la idea de extender la costumbre de adorar al Niño en la Iglesia Parroquial, hasta los hogares de enfermos e impedidos de la villa, llevando hasta ellos la imagen del recién nacido.

    Casi trescientos años después de sus orígenes, la Fiesta del Niño de Abarán mantiene sus tradicionales propósitos, ya que la imagen de uno de las imágenes visita cada año el Asilo de Ancianos, mientras que otra se traslada a centros asistenciales y de enfermos de la Región de Murcia. Esta idea, que consagra el origen benéfico de esta tradición, nació hace décadas instigada por Santiago Cano Escribano.

La Tradición

    La Fiesta del Niño Jesús es una celebración de carácter popular y profundamente familiar, ya que la llegada de las imágenes a los hogares abaraneros reúne cada año a varias generaciones pertenecientes a una misma familia.

    El talante popular y alegre de esta celebración, de sabor tan auténticamente abaranero, no olvida, sin embargo, su signo religioso e intimista, que, impregnado con tintes folklóricos y villancicos locales, atrae cada 6 de enero a visitantes procedentes de pueblos limítrofes y de diversos enclaves de la geografía española, habiendo traspasado las fronteras nacionales en los últimos años.

    El Niño llega a cada hogar precedido de un miembro de la Hermandad de las Ánimas, que con el repiqueteo de una campanilla anuncia a sus moradores la inminente llegada del Redentor recién nacido. El ¿Animero¿ porta también unas alforjas con la que recoge dinero para la celebración de misas y el sufragio de los gastos de la fiesta.

    La familia espera la llegada de los Niños reunida, cantando villancicos y tomando dulces navideños y sidra. La tradición marca que la tarde del Día de Reyes, todos los hogares abaraneros han de tener sus puertas abiertas, mientras que en su interior las familias reunidas deben aguardar la llegada de los Niños. El cabeza de familia es el encargado de dar la bienvenida al Niño y a su comitiva. Es este el momento en que unos y otros reproducen el siguiente diálogo:

    El porteador del Niño dice: 'El Niño Jesús en esta Santa Casa', a lo que los presentes responden: 'Bienvenida sea', y cantan villancicos mientras que todos adoran al Niño. Cuando este emotivo acto concluye, el porteador se despide con 'Hasta el año que viene', y todos los reunidos responden: 'Así sea'.

    La jornada de adoración de las imágenes de los Niños dura aproximadamente unas trece horas, comenzando desde sus orígenes a la misma hora, a las tres de la tarde, en ese momento las calles de Abarán comienzan a inundarse de multitud de fieles para ver a los Niños salir de la Parroquia de San Juan Bautista, desde la que comienzan su recorrido por calles y hogares de la villa.