Núcleo de recreo y descanso

  Entrado el siglo XIX, el municipio de Los Alcázares se va transformando progresivamente en centro de recreo y solaz para las familias murcianas adineradas que, atraídas por la benignidad climática del lugar y las propiedades terapéuticas de las salobres aguas del Mar Menor, se construyen aquí sus casas veraniegas. Paralelo a este flujo turístico se desarrolla el éxodo festivo de las gentes de la huerta de Murcia, que se dirigen en carros hacia la costa alcazareña para tomar sus famosos novenarios. Los huertanos invadían con sus barracas las propiedades privadas de las familias murcianas de abolengo, que se vieron obligadas a delimitar una zona de acampada entre Las Palmeras y Los Carrizos, situada en las proximidades de Los Narejos.

  Primera mitad del siglo XX: el nacimiento del poblado de Los Narejos

  Entrado el siglo XX, el territorio que conforma la pedanía de Los Narejos pertenece al Ayuntamiento de San Javier. En el año 1937 ya eran cien las personas censadas en dicho Concejo, correspondientes a electores residentes en Los Narejos y Los Nietos.

  Algunos de aquellos huertanos que se dirigían a la costa marmenorense para tomar los novenarios van adquiriendo parcelas y edificando viviendas en ellas. De esta manera, en la década de los 40' Los Narejos ya era un caserío, compuesto por unas sesenta residencias diseminadas. En las proximidades de la playa existían unas salinas y  hacia el interior se encontraba una fábrica de lejía. El resto del territorio estaba conformado por algunas lomas. En el año 1942 se construye la vía de ferrocarril que había de unir a Santiago de La Ribera con Torre Pacheco y cuyo trazado pasaba por Los Narejos, donde se estableció un apeadero.

  Las casas de las escasas familias de Los Narejos estaban rodeadas de palmeras, aldabaras e higueras y en una de las lomas se ubicaban tres grandes aljibes redondos, pintados de rojo, que abastecían de agua al vecindario. La orilla de lo que constituye la playa de Los Narejos se encontraba salpicada por ocho viviendas, denominadas las casas del abecedario o de Belchí, en alusión al responsable de su construcción, José Belchí. Estas residencias eran alquiladas por sus dueños en verano, período en que ellos se trasladaban a vivir a casas fabricadas con carrizo y barro amasado, en las que los dormitorios estaban aislados unos de otros mediante sábanas colgadas del techo. Las viviendas se alquilaban a familias de Murcia, como el músico Manuel Massoti o el médico Manuel Barnuevo, mientras que otros prefirieron hacerse propietarios, como fue el caso de Ramón Godines o José Carrasco.

  La primera Iglesia: un proyecto truncado

  Progresivamente el núcleo de Los Narejos fue cobrando entidad, por lo que se decidió la construcción de una iglesia, sin embargo, cuando las paredes del lugar santo estaban ya levantadas y los arcos formados, las obras fueron detenidas. Con posterioridad, este espacio fue utilizado por el Frente de Juventudes como aseo y ducha.

  Los habitantes de Los Narejos adquirieron, entonces, la imagen de la Purísima Concepción, patrona del pueblo, que permanecía a buen recaudo en casa de algún vecino y se sacaba para celebrar la misa, que tenía lugar en la escuela. Finalmente, se decidió habilitar una nave como iglesia en la urbanización Punta Calera, donde permanece actualmente.

  Con la segregación de Los Alcázares de parte de los términos de San Javier y Torre Pacheco y la consecución de su independencia municipal el 13 de octubre de 1983, los habitantes del caserío de Los Narejos recopilaron firmas para incluirse dentro del municipio de Los Alcázares, siendo atendida su demanda y pasando a formar parte del mismo.

  Los Narejos como núcleo turístico de primer orden

  La primera urbanización nacida en Los Narejos fue Punta Calera, formada por las parcelas y edificaciones que levantaron aquellos huertanos que se dirigían hacia la costa para tomar los novenarios y participar en las Fiestas de la Virgen, que se celebraban en Los Alcázares para el 15 de agosto.

  A partir de la década de los 70' comenzó la progresiva proliferación de urbanizaciones, tales como Promociones Europa, Minería Asturiana, Caja de Asturias, El Oasis, El Palmeral o Pueblo Patricia, hasta urbanizar totalmente la zona comprendida entre El Carril de Las Palmeras (límite teórico entre Los Alcázares y Los Narejos) y Los Nietos, así como el espacio que se extiende desde la carretera San Javier-Los Alcázares hasta el Mar Menor.

  En los años 90 se produjo un vuelco en el sector turístico, debido a la llegada masiva de visitantes extranjeros, aumentado así los ingresos locales, que promovieron el nacimiento de nuevas infraestructuras y la creación de modernos complejos turísticos. En los últimos años algunos de los avances más importantes de la pedanía de Los Narejos y del conjunto municipal han sido la construcción del Centro de Alto Rendimiento Infanta Cristiana, así como la catalogación de la Playa de Los Narejos con la Q de calidad turística y la potenciación del sector servicios, con la creación de nuevos espacios de ocio.