La rehabilitación de la Torre de Rame (Los Alcázares) entre los siglos XVI y XVII, como ocurriría con casi todas las torres vigías de la costa, tenía como fin la protección de las costas contra los frecuentes ataques berberiscos. Esta inestabilidad en la costa dificultaría la evolución demográfica de la zona pero, al mismo tiempo, facilitaría los intercambios comerciales en las áreas de puerto.
Tierras con usos agrícolas
Las tierras de Rame eran de secano, almarjales, eriales y saladares, otorgadas a familias destacadas que las arrendaban para intentar sacar los mayores beneficios de sus cultivos, extracciones de sal, pesca o campos de pastoreo. El gran desarrollo demográfico de Los Alcázares llegaría en el siglo XX, cuando a comienzos del mismo su costa vendría a ofrecer sus recursos turísticos. En el caso de Rame, su evolución llega con las remodelaciones agrarias del último tercio del pasado siglo, momento en el que los cultivos bajo plástico y los intensivos con sistemas de riego por goteo aprovechan la benignidad del clima costero de esta geografía, para el cultivo de hortalizas y verduras. Hoy día Rame ofrece sus terrenos a los nuevos modelos residenciales costeros. Sus tierras, antiguamente yermas y explotadas como campos de pastoreo, ahora participan de los numerosos recursos turísticos de la Región de Murcia.