La pedanía de Balsicas estuvo administrada por señores y nobles, que gestionaron la producción de sus campos de cultivo, arrendándolos en numerosas ocasiones a los lugareños. El Castillo de Ros fue propiedad de la Hacienda de Balsicas, teniendo como primeros moradores a los hermanos de la Orden de San Felipe Neri. Por aquel entonces la propiedad sería una finca con una población diseminada, dedicada a las labores agrícolas, que no llegaría a formar en sí misma una villa.

  Un censo del año 1771 fija en 86 los contribuyentes de Balsicas y el censo de Floridablanca habla de 76 vecinos, de los que 59 eran terrajeros y medieros, 13 jornaleros y cuatro pobres. Tras la Desamortización de Mendizábal, muchas propiedades eclesiásticas pasarían a manos del Estado. Esto ocurrió con el antiguo caserón de la hacienda de Balsicas, que finalmente sería adquirido mediante testaferros por Antonio Ros de Olano y Perpiñá, un personaje importante, general del Ejército que compatibilizaba la dedicación castrense con escarceos literarios. Prueba de su relevancia la constituye el hecho de que la reina Isabel II lo premiase con el nombramiento de conde de Ros de Olano y de Marqués de Guad-el-Yelú. A partir de la adquisición la  propiedad pasaría a denominarse Castillo de Ros.

  En 1820 Balsicas estaría regida por el Ayuntamiento de Sucina, pero esta situación administrativa sólo duraría hasta 1823, pasando de nuevo a depender del Ayuntamiento de Murcia. Tras la constitución en 1836 del Ayuntamiento de Torre Pacheco, la pedanía quedó dividida en dos partes: Balsicas de Arriba, perteneciente al Ayuntamiento de Murcia; y Balsicas, regida por el de Torre Pacheco. En 1862 se inauguró la estación de ferrocarril de Balsicas, que hoy día detenta una importancia capital por ser una de las paradas existentes en la Región del trayecto entre Murcia y Cartagena, registrando, además, un importante trasiego de pasajeros.

  La pedanía siguió creciendo demográfica y económicamente durante el siglo XX. La labor agrícola de la población, dedicada a cultivos de secano y un progresivo desarrollo de los cultivos hortofrutícolas tuvo un especial despegue en los años 60' y 70', coincidiendo con el gran desarrollo comercial de la Región de Murcia. Balsicas y Roldán han formado parte de la franja comercial más dinámica del municipio de Torre Pacheco.