Se considera esta una sierra escarpada y de fuertes pendientes, de gran interés tanto tectónico como paleontológico. Se pueden observar en ella relieves de tipo erosivo y afloramiento de yesos.
La flora de la Sierra comprende un total de seis tipos de habitats, siendo los más comunes los carrascales y los sabinares, estos últimos en las zonas más altas. Junto a estas especies arbóreas se han contabilizado un total de catorce especies protegidas como son el palmito, el madroño, el enebro, el lentisco, la cornicabra, el aladierno y el espino negro.
Abunda también la flora de monte bajo, con ejemplos típicos de la flora mediterránea extendida por las comarcas murcianas, como el esparto, la retama, la coscoja, el lentisco o el romero.
Este Parque no es solo un espacio protegido por la riqueza de su flora, ya que ha sido declarado también Zona Especial de Protección para las Aves. Entre las protegidas se encuentra un nutrido grupo de aves rapaces como son el Águila real, el Águila perdicera, el Azor, el Halcón peregrino, el Cárabo y el Búho real.
Junto a la carretera que conduce desde Fortuna a La Garapacha se encuentra también una curiosa formación, el Cortao de las Peñas, relieve que forma parte de las faldas de la Sierra de Lugar. Este Cortao tiene gran valor geológico y paisajístico, gracias a las fracturas verticales de su montaña y los grandes bloques de piedra desprendidos y acumulados en una rambla. Este relieve destaca también por los yacimientos arqueológicos de período neolítico, ibérico, romano y árabe.
Las rutas de senderismo que atraviesan este macizo montañoso descubren algunos tesoros como los pozos de nieve, utilizados desde la antigüedad como reservas naturales de agua.
También existen cuevas en las que practicar la espeleología, como la Cueva Solins, con una extensión de 1800 metros, muy apreciada por los profesionales y aficionados a esta disciplina.