Cultura Material
Los restos de cultura material que ha dado el yacimiento son abundantes, sobre todo en lo que se refiere a materiales cerámicos, cuyas características de forma y de fabricación corresponden a las típicamente argáricas, con una excelente técnica tanto para la cerámica de poblado como para la de enterramiento.
También encontramos otro tipo de útiles como pesas de telar, punzones de hueso, cuentas de collar, conchas marinas, distintas piezas de silex, molinos de mano, plata y diferentes instrumentos metálicos. La actividad metalúrgica adquiere especial importancia en este yacimiento ya que ha sido constatado todo el proceso metalúrgico en el departamento XI del poblado.
La actividad ganadera y cinegética del poblado ha sido comprobado a través del análisis de los restos faunísticos: buey, ciervo, corzo, cerdo, jabalí, cabra, oveja, cabra montés, perro lobo, caballo, conejo, liebre y tejón.
Cronología del poblado
El poblado de La Bastida tuvo una pervivencia de cuatro o cinco siglos, aproximadamente de 1650 a.C. a 1100 a.C. La cronología ha podido ser establecida gracias al estudio de los ajuares, sobre todo los metálicos, ya que la tipología cerámica permaneció prácticamente inalterable a lo largo de la existencia de la cultura argárica.
El inicio de la vida en el poblado se produjo en una fase temprana del Bronce pleno. El desarrollo de la vida en el poblado se produjo en un momento cultural concreto como demuestra la homogeneidad del material. El abandono del hábitat se produce en un momento relativamente tardío si tenemos en cuenta la cronología de otros yacimientos argáricos.