El papel de la Sierra de la Almenara
El carácter agrario de la zona se mantuvo a lo largo de los siglos, perviviendo hasta nuestros días. Pero tras la Reconquista de Murcia, La Escucha se convirtió en un territorio fronterizo, ya que a un lado aparecía la frontera con el reino nazarí y al otro, tras la Sierra de la Almenara, se extendía el mar.
El pico más alto de la Sierra de la Almenara es el Talayón, que pertenece al municipio de Águilas. En él las guarniciones encargadas de vigilar las costas ante las posibles invasiones moriscas encendían una hoguera, que advertía del peligro a la fortaleza de Lorca. De hecho, el topónimo Almenara proviene del árabe al-mänâra, que significa literalmente "el lugar de la luz" y que designa las atalayas, en donde se encendían hogueras como señal. De la misma época es el origen del topónimo de La Escucha ya que, ante la incertidumbre de ataques provenientes de la costa eran enviados emisarios, para permanecer a La Escucha y recabar noticias sobre posibles invasiones.
Tradicional carácter agrario de la Diputación
En la actualidad la diputación de La Escucha sigue fiel a su primitivo carácter agrario y los cultivos de lechuga y de claveles junto con los criaderos de porcino son pilares de su economía. No obstante, este paraje con sus ramblas, el Castillo de Lorca al frente y las Sierras de la Galera y la Carrasquilla a la espalda se ha convertido en un importante foco de atracción turística y, sobre todo, de turismo residencial.