Edad Moderna
Cazalla entra en crisis
El siglo XVII supone la despoblación de gran parte de los campos aledaños al núcleo urbano de Lorca. Cazalla se ve afectada por las continuas catástrofes que asolaron la comarca y a consecuencia de las prolongadas sequías, epidemias, terremotos e inundaciones se resintió el índice demográfico. La expulsión de los moriscos españoles decretada en 1609 acentuó sobremanera la crisis demográfica de la zona. Con esta medida se cerró el último ciclo de presencia islámica en los campos cercanos a la ciudad que, al quedarse prácticamente sin mano de obra, vieron malogradas sus tierras.
El Reformismo favorece la prosperidad
El conflicto dinástico con el que se inicia el siglo XVIII entre las Casas de Austria y Borbón se salda favorablemente para la causa borbónica. Lorca había tomado partido por este bando y se vio favorecida por el final de la contienda. La Casa de Borbón inició el proceso del Reformismo con un programa de cambios en todos los ámbitos, eliminando muchos de los primitivos derechos de las oligarquías locales.
En Lorca y su comarca se aceleraron las reformas gracias a la presencia del Conde de Floridablanca y su cuñado Antonio Robles, oriundo de la zona. En Cazalla se acometieron obras de encauzamiento de las aguas de riego, a través de una red coherente de canales, que abastecían a los campos de cultivo. Además, se construyeron los pantanos de Puentes y Valdeinfierno para regular las violentas crecidas del río.