La exposición que ofrece el Parque Arqueológico de Los Cipreses permite descubrir in situ los secretos que dejó la Cultura Argárica en sus poblados de llanura en el sureste español.
Mediante un breve pero intenso itinerario se presenta la vida cotidiana, la economía, la arquitectura y los enterramientos de un poblado argárico del II milenio a.C.
La Maqueta que ayudará a comprender un pequeño pero interesante poblado
Al inicio del recorrido se presenta una maqueta de todo el yacimiento para que el visitante adquiera una visión de conjunto sobre todo el poblado. Andar por sus calles va a resultar ahora mucho más fácil.
Las casas: lugares de habitación y trabajo
En el Parque Arqueológico de Los Cipreses cuentan con los restos de ocho viviendas individuales. Se encuentran semiexcavadas en el suelo y tienen una planta oval. Los muros que las guarecen están construidos en piedra.
En el interior de estas casas se han encontrado dos estancias separadas por un tabique de piedra y adobe. Estas dos salas posiblemente tendrían la función de vivienda, propiamente dicha, y almacén.
En la zona de habitación, la más cercana a la puerta, se pueden encontrar bancos de piedra, el hogar, tinajas, mesas y piedras de molino.
La techumbre estaba constituida por troncos de madera, cañizo y esparto, unidos por una masa de barro. Este techo se quemaba para que resultara más duro e impermeable. Como peculiaridad, estas techumbres podían sobresalir de las casas formando pequeños porches. La vida social en el exterior de las casas debía ser muy activa.
Los Enterramientos: la cercanía entre la vida y la muerte
Una de las circunstancias de la vida cotidiana que caracterizan a la Cultura Argárica es la práctica funeraria.
La totalidad de los enterramientos encontrados en el poblado de Los Cipreses se encuentran en la cercanía de las viviendas o dentro de ellas. El cadáver aparece acompañado de un pequeño ajuar funerario y en posición casi fetal.
Los enterramientos encontrados en el yacimiento pertenecen a diversas tipologías, todas relacionadas con el mundo argárico, pero también con culturas anteriores y posteriores al II milenio a.C. Entre ellas se pueden conocer en el Parque Arqueológico:
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Urnas. El cadáver se encuentra en el interior de una vasija o tinaja.
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Cistas. Se forma una fosa cuadrangular a base de losas de piedra.
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Cista de mampostería. En este caso se sitúa una losa de piedra en el fondo de la fosa y otra a modo de tapa. Las paredes del enterramiento están realizadas a base de muros de piedra.
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Fosa rodeada de piedras.
La vida y la muerte estaban siempre presentes entre los habitantes de la zona hace 4.000 años.
Restos materiales encontrados en el yacimiento
El mundo de la cerámica: el ser humano comienza a perfeccionar sus útiles diarios
Como en la mayoría de yacimientos arqueológicos encontrados pertenecientes a la cultura del Argar, en Los Cipreses se hallaron una gran variedad de objetos y piezas de cerámica.
Las piezas que se han encontrado en el yacimiento estaban ubicadas en el interior de las viviendas. Se trata de útiles de barro realizados a mano, normalmente sin decoración, y posteriormente cocidos, de ahí ese ligero color oscuro. Se presentan en el Parque Arqueológico desde vasijas de barro a grandes tinajas para el almacenamiento.
La era de los metales: desde el filo de un arma a los adornos corporales
La Cultura Argárica realizaba armas, utensilios y adornos corporales de cobre, bronce, plata y oro.
En el poblado de Los Cipreses la mayoría de restos metálicos han aparecido en el interior de los enterramientos, formaban parte de los ajuares funerarios. Entre estos objetos se encuentran alabardas, puñales, cuchillos, espirales o punzones.
Restos que complementan la vida diaria de un habitante del poblado
Cualquier objeto de la vida cotidiana encontrado en el yacimiento muestra un aspecto de la cultura Argárica. Los complementos y las herramientas de trabajo presentan su modo de vida.
En Los Cipreses se cuenta con afiladores, yunques y molinos, todo ello realizado en piedra. Además se han podido documentar elementos de hueso como mangos de puñales, punzones u objetos de adorno.
Uno de los pequeños tesoros que guarda el yacimiento son los restos en madera del mango de una alabarda.
El área que ayuda a conservar y proteger la cultura
Para cumplir un objetivo didáctico, y reforzar los conocimientos que se han podido adquirir en el transcurso de la visita, el Parque cuenta con una zona en la que se pueden realizar actividades relacionadas con el mundo argárico.
Para ello se han habilitado las recreaciones de enterramientos, excavaciones arqueológicas, molinos de cereal, casas completas, etc.
Esta última zona del Parque Arqueológico pretende que el visitante comprenda un poco mejor los aspectos de la vida cotidiana de un habitante de estas tierras hace 5.000 años, pero a la vez inculcar los valores de respeto y conservación ante los yacimientos arqueológicos.