El extenso territorio de Sangonera la Seca queda en mitad de dos ámbitos naturales de la geografía de Murcia, las referencias históricas ya nos lo describen en la edad medieval como el fahs Sanqunayra, el espacio que mediaría entre el productivo valle del Guadalentín y el comienzo del río Segura, a la entrada de la ciudad de Murcia. El río Guadalentín a su llegada a las inmediaciones del Segura pasaría a llamarse río Sangonera.
Ya los geógrafos árabes medievales nos hablan de la riqueza de las tierras de los valles del Guadalentín y del Sangonera. Los continuos desbordamientos de los cauces del río principal habrían proporcionado siempre a estas tierras recursos hídricos suficientes y la creación de un sustrato de limos, propio de los ámbitos de huerta, y propicio para el cultivo de las tierras.
Los ámbitos de cultivo de la actual Sangonera se reducen a algunas áreas del Puntarrón y de los antiguos saladares, dónde se encuentra ubicada la ermita de Roca. El cultivo de cereal fue durante muchos años el principal, pero la reconversión agrícola implantó numerosas hectáreas de regadío dedicadas a cítricos.
Y en la zona sur de la localidad se extiende estribaciones de la Sierra de Carrascoy, uno de los relieves geográficos más importantes de Murcia y que determinan el paso geográfico de los ámbitos del cinturón huertano a los del antes conocido como Campo de Murcia.