Existen catalogados en Sucina algunos restos prehistóricos del Neolítico, situados en el Cerro de la Casa del Palmero, donde llegaron a hallarse restos de cerámicas indígenas. La Edad del Bronce está también representada en yacimientos como el de La Ceña y La Peraleja, donde llegaron a encontrarse hábitats con restos de viviendas pertenecientes a este período. Junto a estos restos cabe mencionar el de zonas fortificadas, como la loma pequeña de Peraleja y restos de enterramientos, en urnas y cistas.
Los restos ibéricos están documentados en Cañada Redonda, Borrambla y Puerto de Sucina y en Morata Chica llegaron a registrarse habitaciones romanas del siglo II de nuestra era junto a cerámica indígena ibérica, un hecho común en muchos yacimientos ibéricos de esta época. El camino romano o calzada que unía Orihuela y Cartagena pasaba por Sucina, concretamente por la falda de los montes de La Vereda. Este hecho, junto a los restos de posibles villas romanas en los parajes de Sucina, pone de relieve la presencia de poblamientos romanos.