Free cookie consent management tool by TermsFeed MARÍA JOSÉ PÉREZ CANTA FLAMENCO - Región de Murcia Digital
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MARÍA JOSÉ PÉREZ CANTA FLAMENCO

MARÍA JOSÉ PÉREZ CANTA FLAMENCO

María José Pérez
María José Pérez

Voz: María José Pérez. Guitarras: Miguel Ochando, Nono García, Rafael Riqueni, Rafael Santiago “Habichuela”, Manolo Sanlúcar, Gerardo Núñez. Bajo: Alfonso Alcalá. Palmas y percusión: Anabel Moreno, Raimundo Benítez, Benjamín Santiago “El Moreno”, Cepillo. Textos: Juan Mesas, José Luís Ortiz Nuevo, Pedro Cobo, Elena Martín Vivaldi, San Juan de la Cruz. Ámbar Producciones Discográficas. Granada 2009. AMB 08009CD

Conozco a María José Pérez desde hace varios años, cuando aparecía haciendo sus primeros pinitos en los concursos flamencos que se celebran por Andalucía. Pronto empezó a destacar y en el más importante de estos certámenes, el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, obtuvo el Premio Antonio Chacón. Luego del triunfo, fue reclamada por peñas flamencas, festivales y compañías flamencas –en la del maestro Mario Maya llegó a estar un tiempo trabajando en la obra “Diálogo del Amargo”-, encarrilando una carrera artística que tiene su culminación, de momento, con este “Cante Flamenco”, primer CD en solitario que ya está en el mercado.

Casi toda la obra está evidentemente condicionada por la estética morentiana, algo previsible teniendo en cuenta quién es el productor musical y quién el asesor y autor de parte de las letras del disco. Todo muy bonito, pero demasiado empeño para cantaora tan joven; a la que han metido en un embolado del que le costará trabajo salir, por cuanto nace al gran público con un estigma que no es ni bueno ni malo, pero que no es asumido por su concepto cantaor transformado por mor de los particulares gustos de quienes han dirigido la grabación.

Si en las cantiñas, Cádiz sólo se intuye, la “malagueña corta de La Trini” –nueva denominación, quizá para reivindicar la “modernidad” de las formas- resulta lánguida e inconcreta toda vez que ni se queda en el Cojo de Málaga –el mejor intérprete de este estilo, que han versionado con verdadero sentido artistas como Bernardo el de los Lobitos y Carmen Linares-, ni llega a Morente, de cuya versión al parecer ha bebido; pero la belleza de las guitarras de Rafael Riqueni y Miguel Ochando la hacen parecer lo que ciertamente es.

Las soleares, de brillante factura casi todas ellas, sólo conmueven verdaderamente al final y en algunos pasajes en los que la guitarra de Rafael Santiago “Habichuela” obtiene de la joven cantaora lo mejor de ella misma.

Las granaínas están cantadas con una pretendida perfección que las despoja de emoción si no fuera por la exquisita guitarra de Miguel Ochando.

¿Desde cuándo los “tangos de Graná” se cantan así? Con lo fácil que hubiera sido asesorarse de los gitanos y gitanas del Sacromonte que saben lo que cantan. Si en lo formal no se puede decir que estén erróneamente interpretados, el aire carece de la frescura de sus cuevas y la bravura flamenca precisa.

Siendo de Almería, como lo es nuestra cantaora, es de suponer que habrá escuchado, por ejemplo, a los maestros José Sorroche o Juan Gómez, en cuyo disco último tiene grabados estos cantes para que sepamos cómo se han de interpretar. Hubiera sido suficiente para dejar un taranto almeriense de acuerdo con los cánones. Mucho mejor, empero, en la cartagenera al estilo de Chacón que acompaña al taranto.

Las bulerías, magníficamente conducidas por la guitarra de Gerardo Núñez, se atienen a las nuevas estructuras musicales del flamenco –en los cantes de ritmo y compás marcado, principalmente-  que imperan en la actualidad.

En fin, las seguiriyas –musicadas por Manolo Sanlúcar y Miguel Ochando- dejan en evidencia la inmadurez emocional y cognitiva de la joven cantaora.

Con todo, a fuer de justos, no queremos decir que el disco sea malo; pero tampoco podemos afirmar que sea el que la cantaora almeriense necesitaba para presentarse en sociedad de manera masiva.

María José Pérez tiene una de las voces más hermosas que ahora podamos disfrutar, con unos registros sonoros de muy variado matiz, a la que no han sabido sacarle el partido preciso, despojándola de emoción y hondura, características imprescindibles del cante flamenco.

Sin embargo, es tan joven que no le han de faltar ocasiones para demostrar lo que muchos sabemos y que en su primera obra no acaba de lograr: que estamos ante una de las cantaoras más interesantes de la actualidad a la que sólo le falta ser ella y un poco de suerte.

© Paco Vargas, junio de 2009