Amores ocultos. Debut de Antonio Mejías Portero
Antonio José Mejías Portero es un joven cantar nacido en Montilla (1978), pero afincado en Priego de Córdoba. Dotado de una poderosa y flamenca voz, dota de gran dramatismo sus actuaciones, pues su lucha con el cante es feroz: así lo siente, así lo expresa. Es un cantaor largo, domina casi todos los palos, es estudioso, casi enciclopédico y se mueve dentro del purismo más absoluto. Asistir a una de sus actuaciones significa aprender y emocionarse. Esa vehemencia la transmite al aficionado, que agradece su entrega y honestidad.
Su currículo está lleno de premios y ahora parece que comienza una nueva fase en su carrera al grabar este disco con las letras del poeta de Valdepeñas Paco Romero. Encontramos en él calidad a raudales: en las coplas, en la producción musical de Antonio Carrión y, por supuesto, en la voz de Mejías. Pero ¿cómo podría el joven cordobés acercarse al mundo discográfico desde la ortodoxia sin toparse con el muro del fracaso comercial? Muy sencillo, dividir el disco en dos partes bien diferenciadas: la primera consta de cinco palos festeros, con arreglos modernos, coros y un poco de instrumentación eléctrica, donde Mejías imprime su fuerte personalidad cantaora para no salirse de los cánones; y la segunda, que consta de minera, granaínas, soleá, seguiriya y fandangos. El resultado es muy positivo, sobre todo en la seguiriya, introducida con un martinete de impresión. El single han sido los tangos iniciales, "Llévame", de pegadizo estribillo, frescos y flamencos a la vez, porque la voz de Mejías lo controla todo. En algunos palos festeros, el cantaor cordobés ha sabido introducir el cuplé para rebajar esa lucha y atemperar la anarquía a la que a veces tiende su cante, con resultados inmejorables en esta etapa de su carrera musical. Además, es uno de los pocos cantaores que ha grabado la minera sin conseguir la Lámpara en La Unión: un gesto bonito para los que amamos los Cantes Mineros.
Un gran disco que se encuentra entre lo mejor del año 2007