Crónica de la final del Festival del Cante de las Minas 2009
Manuel Avilés
En la 49ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión hubo muchos aciertos. El primero de ellos consistió en entregarle al cantaor cordobés la ansiada Lámpara Minera, tras dos ocasiones anteriores en las que rozó el premio, pero se quedó sin él. Enhorabuena a Rafael Carlos Espejo Moreno, Churumbaque hijo, cantaor largo, jondo, serio, profesional y entregado como muy pocos. Antonio Mejías Portero se quedó de nuevo a la puertas del éxito. Le Animamos desde aquí para que se siga presentando y pueda ver cumplido el refrán: “El que la sigue, la consigue”.
En los arrabales del 50º aniversario del Festival unionense, su Alcalde anuncia y prepara una edición de lujo. Este año ha empezado con las transformaciones que le llevarán a ese fin. Los cambios en el jurado del concurso han funcionado y han mostrado racionalidad y cordura en los premios; así el premio de guitarra, dotado con seis mil euros y trofeo “BORDÓN MINERO”, fue a parar al guitarrista José Andrés Cortés Fernández y el de baile, dotado con diez mil euros y trofeo “EL DESPLANTE”, a la bailaora Ana Morales Moreno. Acertados también los premios por seguiriyas para Esther Merino y para el instrumentista Borja Évora, aunque el pianista murciano Abdón Alcaraz también ejecutó una estupenda actuación. Y este nuevo premio FILÓN, al mejor instrumentista flamenco, es para mí una interesante propuesta. No comparten esta opinión muchos aficionados puristas, afirman que se pierde la esencia del Festival, que es el concurso de cante, que si no es un premio que esté en sintonía con la idiosincrasia de La Unión, que si alarga mucho la final y no es un aliciente para el público…Discrepo de estas opiniones, solamente un Festival como La Unión puede otorgar un premio de estas características y seguir a la vanguardia de los concursos flamencos. No solo acuden puristas al Festival, también aficionados heterodoxos, y si no es un aliciente para un determinado sector del público, sí lo es para otro y para decenas de músicos de todo el mundo que fusionan flamenco o lo interpretan con otros instrumentos. De todas formas, hemos de esperar varias ediciones para ver si cuaja la iniciativa.
Otro elemento a destacar reside en que se han acortado las interminables galas y se ha apostado por artistas jóvenes, como Argentina y Guillermo Cano, algo en lo que llevo insistiendo unos años.
La ambición de convertir el Festival en un evento multidisciplinar que atraiga a todo tipo de público es muy positivo pero corremos el riesgo de que el marketing solape lo verdaderamente importante y, por tanto, se derroche esfuerzo y dinero en asuntos superfluos. Esto tiene que ver con el difícil casamiento entre política y cultura y se traduce en lo siguiente: cata de puros en un Festival flamenco; desfile de moda flamenca en una mina visitable pero me temo que no preparada para albergar eventos donde, entre técnicos y visitantes, asisten cientos de personas de una vez; y la actuación de la reina del pop aflamencado en un lugar donde se lucha por preservar los ecos del Cante Jondo. Dudo que fuera el lugar idóneo para Niña Pastori.
La inclusión este año del gran flamencólogo José Gelardo en el Comité Organizador del Festival se suma a la prestigiosa figura de Juan Jiménez Alcaraz. Entre ambos, asesorarán positivamente al Alcalde Francisco Bernabé para que ese objetivo de dar “la traca” en el 50º Festival minero se cumpla. El Festival, el flamenco y la Región de Murcia se lo merecen. Un primer e importante paso ha sido implicar al Ministerio de Cultura en la Fundación tras las dudas generadas por los cambios ministeriales. Gran noticia.
Pedro Fernández Riquelme. 2009