El cantaor onubense Arcangel durante su actuación en el XLV Festival Internacional del Cante de las Minas
El cantaor onubense Arcangel durante su actuación en el XLV Festival Internacional del Cante de las Minas

    Era la noche deseada para observar el flamenco más renovado. Los jóvenes Arcángel y Marina Heredia poseen las voces más frescas en la actualidad y reciben las influencias directas de Enrique Morente, entre otros adalides de la modernidad flamenca. Era el momento de consagrarse en la Catedral del Cante. Y no todos pudieron hacerlo.

Comenzó la granadina Marina Heredia, hija de Jaime Heredia ¿el Parrón¿. Su familia posee las esencias del Albaicín, que ella acompaña entre Camarón y Carmen Linares.

Quería agradar Marina y empezó con toná. Ya le escuchábamos la voz algo tocada, pero controlaba bien su cante. Siguió con cantiñas y alegrías. En un momento dado forzó demasiado su voz de forma innecesaria y se rompió. Ahí terminó su actuación. Quiso seguir interpretando soleá, tarantos camaronianos y unos variados tangos, pero le era imposible rematar los cantes. Su voz, ya ronca, le impidió recrear con belleza las delicadas bulerías con letra de José Bergamín (¿Seguiriyas toreras¿), incluidas en su inminente segundo disco. Una lástima, pero el público unionense fue cariñoso con ella.

Arcángel ya ha estado dos veces en la Región de Murcia (Lo Ferro y Teatro Romea), por eso había mucha expectación por ver su evolución. Estéticamente no notamos muchas novedades, pero la emoción que siempre despierta no faltó esta vez, levantando de sus asientos al público de la Catedral del Cante. Arcángel posee la voz más larga, delicada y melismática del flamenco actual. Sus facultades le permiten hacer lo que se le antoje con sus cuerdas vocales. Remata con gusto los cantes y alarga, aunque no exceso, los tercios para hacer notar su don. Es aquí donde la influencia de Enrique Morente es más evidente.

Comenzó con la caña, poco ortodoxa en su estribillo, aunque hermosa. Continuó con una serie de tangos donde mezcló letras de su segundo disco con otras de Morente. Más Morente en la malagueña con verdial. No es fácil acompañar a Arcángel. Miguel Ángel Cortés lleva a su vera varios años y sabe cuándo calmar la guitarra para que Arcángel acabe los tercios. Sus falsetas fueron brillantes. Sólo la compenetración de ambos puede hacer efectivos los silencios, los cuales llenaron de magia la noche.