Free cookie consent management tool by TermsFeed María José Pérez en la Peña Flamenca de Sucina - Región de Murcia Digital
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María José Pérez en la Peña Flamenca de Sucina

María José Pérez en la Peña Flamenca de Sucina

Pedro Fernández Riquelme
Pedro Fernández Riquelme
Pedreño

    El sábado 27de mayo, la Peña flamenca de Sucina, la más reciente en crearse, nos ofreció un atrayente espectáculo, abierto a todo el mundo, donde el humor, la magia y el flamenco deleitaron a los espectadores. El flamenco estuvo a cargo del Ballet Badana, gran labor la que está realizando la profesora María Dolores Ros, de la bailaora Antonia García, con Bastián al cante y el Torero a la guitarra (que nos ofreció sendos bailes por alegrías y guajiras), y de la almeriense María José Pérez. Estaba interesado por ver cómo había evolucionado el cante de María José, a la que conocí en Lo Ferro cuando apenas tenía 17 años, y a la que he podido ver en varias ocasiones después. Tras arrasar en el Festival de Lo Ferro con 18, consiguiendo el Melón de Oro, su carrera fue meteórica, actuando en todas las peñas de Murcia y Andalucía, en Madrid, etc. Pero de un año para acá notábamos cierto estancamiento en su cante. Lo que nos encontramos fue una actuación desigual y corta, brillante por momentos pero muy mal rematada por fandangos. Decimos corta, porque solo interpretó cinco cantes. Comenzó por tientos-tangos, donde demostró su conocimiento del cante en los diferentes estilos de tangos, siguió con una granaína y media que estremeció al público. Este es sin duda su palo. Chacón estaría orgulloso de ella. Después, taranto-taranta, alegrías (donde se fue de tono un par de veces) y remató su actuación por fandangos. No encontró el tono en ningún momento, cosa  que me sorprendió. Ahora mismo se encuentra de gira con el espectáculo Diálogo del Amargo de Mario Maya, experiencia que le vendrá bien para terminar de perfeccionar su cante. Prácticamente todos los grandes cantaores han pasado por el baile, ella no puede ser menos.

    Tras el flamenco, cena entre los aficionados, donde la única artista que se quedó para la fiesta del trasnoche fue Cynthia Cano, que, como madrina de la Peña de Sucina, entregó una placa al historiador Luis Lisón, homenajeado esa noche en la peña. Ella bailó descalza porque no venía preparada para el evento. Sin duda, lo mejor del flamenco son esos momentos mágicos de la madrugada donde hasta el más tímido se arranca a cantar o a bailar. Gracias, Paco Avilés, por estos momentos.

José Sanchez Conesa