Free cookie consent management tool by TermsFeed FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS 2006 - Región de Murcia Digital
MURCIAJONDA

FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS 2006

FESTIVAL DEL CANTE DE LAS MINAS 2006

Paco Paredes
Paco Paredes

Francisco Paredes Rubio

Con una acogida esperanzadora se presentaba a priori el festival del cante de las minas en su 46 edición. Con un cartel de lujo donde se conjugaban las mejores y más granadas figuras del flamenco actual, con los artistas que  han compuesto los principales nombres en los carteles de los más importantes festivales flamencos de los últimos 40 años.

Este año, el festival dedicaba sus jornadas a la maestra sevillana “Cristina Hoyos”, con una serie de homenajes y conferencias a lo largo de todo el certamen que giraban en torno a la figura indiscutible del baile flamenco en la actualidad.

     Entre los ponentes Manuel Martín Martín, Juan Manuel Suárez Japón, que versaron sobre la figura de la homenajeada, Francisco Hidalgo que nos deleitó con un recorrido sobre la historia del baile y el ballet flamenco, o Antonio Arco que presento el libro “Cristina Hoyos: “El genio desnudo”, una entrevista en la cual Cristina nos abre su interior para mostrarnos lo mejor de si misma.

    Figuraba en el cartel Manolo Sanlucar que al final no pudo asistir por motivos de salud.

    El evento se completaba con unas jornadas paralelas de excepción, la exposición de escultura de Alberto Gracia “Eskerri” titulada “El Duende De Bronce”, presentaciones  de discos como el CD “Viejas voces de Málaga. Los Penas” a través del flamencólogo Paco Vargas, o del primer disco compacto de la colección “Lámpara Minera” editado por el sello RTVE en colaboración con el ayuntamiento de La Unión, en el cual se da la oportunidad de grabar y difundir su arte a los ganadores del máximo galardón del festival. En este primer trabajo se presentaban las grabaciones de la joven cantaora jienense “Gema Jiménez”, ganadora del trofeo Lámpara Minera 2005. Presentaciones de libros a través de sus autores  los flamencólogos e investigadores José Gelardo, María Jesús Villar, Balbino Gutiérrez, Manuel Bohórquez, Juan Vergillos, Paco Sanchez y Rufo Martínez. Homenajes, actos institucionales, cursos de guitarra y baile flamenco a cargo de la fundación “Cristina Heeren”, conferencias, etc. y la convocatoria de los  premios culturales  que el festival otorga anualmente recayendo en las obras y trayectorias de figuras e instituciones tan relevantes como: Balbino Gutiérrez, Paco Sánchez, José Maria Velásquez Gaztelu, José Blas Vega, fundación “Cristina Heeren”, Y el premio especial de la convocatoria al Corral de la Morería considerado el mejor tablao del mundo.

 La comisión organizadora encabezada por su alcalde  José Manuel Sanes, la concejala responsable del festival María Martínez y el coordinador general  del evento Manuel Navarro, que durante todo el año trabajan con la ilusión de poder mostrar un evento flamenco de calidad, se mostraban ilusionados por el éxito de acogida y critica que ha recibido el festival por medio de la prensa y publico asistente, superando 30000 visitas a los espectáculos y concursos en sus diez días de programación.

    El jueves 3 de agosto se abría el festival en la catedral del cante con el pregón de la bailaora “Milagros Menjíbar”, un pregón poco habitual. Aportando un recorrido por las zonas levantinas, destacando una serie de innovaciones para la creación del baile de esta zona, en los cuales abre una puerta desde su perspectiva  para una futura evolución.

   Su particular forma de la minera con unas formas nuevas y personales que no deja de ser un baile reflejado en el Taranto, con algunas variaciones personales, se aceptó como forma de las buenas intenciones de la bailaora sevillana, que intentó agradar al publico que abarrotaba la catedral con una muestra de un baile inexistente.

     El tiempo dirá por donde evoluciona el baile flamenco…

Le siguieron los ganadores de la anterior edición del festival Gema Jiménez  y el baile del cordobés Daniel Navarro, y la tradicional velada trovera.

     El  viernes llegaba uno de los momentos más esperados, Vicente Amigo con la orquesta sinfónica de Murcia dirigida por José Miguel Rodilla, comenzó sólo frente a un público que ya supo granjearse allá por el año 89, cuando consiguió el “Bordón Minero”.

     Comenzó con un toque imaginativo por Soleá, para continuar con su grupo interpretando fandangos de Huelva, destacando el cante de Rafael de Utrera. Pero sería en la segunda parte, con la presentación de “Poeta” que con algunos años en el mercado mantiene la frescura del trabajo bien hecho, cuando se fusionaron los ecos sensuales, imaginativos, magistrales de Vicente, del flamenco, con la música clásica que nos ofrecía la joven orquesta murciana.

     Y es que esa noche volaron los duendes en la catedral, se percibían en el público, en sus aplausos, siendo uno de los éxitos más destacados de esta edición.

     Trasnoche flamenco en la terraza del restaurante La Focaccia, con Ezequiel Benítez y la Guitarra de Manuel De María, donde el jerezano intentó mostrar lo mejor del repertorio de su tierra, y digo intentó,  porque el aire acondicionado y la falta de compenetración con el guitarrista, le jugaron una mala pasada. Y aunque se esforzó, no era su noche.

     Sábado, José Menese, Agujetas, Antonio El Pipa y Nano De Jerez, que fue el encargado de abrir el espectáculo,  reflejó en su cante los ecos ancestrales del cante de su tierra, con el acompañamiento sublime de Antonio Carrión, sonaron ecos del Tío Borrico, del Chozas, de Agujetas el viejo, de Juaniquí, la Soleá de la Jilica ,de Marchena por Bulerías. Todo un recital de pasión y entrega que se vio recompensado por el aplauso cariñoso del público.         Agujetas con el acompañamiento de Antonio Soto, “voy a cantar gitano, porque es lo que yo soy, gitano” esas fueron las primeras palabras que pronunció sobre el escenario. Este con su repertorio de cantes antiguos no convenció a un publico que esperaba más de él, su cante de ecos oscuros, emulando las formas cantaoras de Manuel Torre, no justifican la falta de tono y complejidad con la guitarra. Sus cantes: Soleá, Siguiriyas, Tonas, Taranto de Manuel Torre y Siguiriya. El cante, cante es, y Agujetas es fiel guardián de una escuela que no siempre justifica la anarquía a la que nos tiene acostumbrados.

       José Menese, con la guitarra de Antonio Carrión, nos ofreció su repertorio de cantes tradicionales Soleá, Siguiriyas, Taranta y Taranto, con otros menos convencionales como Nanas, Farrucas y Guajiras, que van en el repertorio habitual del cantaor de La Puebla, mostrándose siempre correcto.

        Cerró la noche el bailaor jerezano Antonio “El Pipa”, Antonio es un ejemplo de entrega y profesionalidad. Bien escoltado por un grupo de calidad donde destacan la complejidad con María José Franco en la Soleá por Bulerías y el cante de  “Tía Juana La del Pipa”, nos brindo un espectáculo de baile clásico, siguiendo las formas estilísticas de su tierra, libre de aditivos, escenificaciones y adulteraciones. Alegrías y Soleá en su justa medida. Siendo  reconocidas por el público que abarrotaba la catedral.

       Continuaban las actuaciones a altas horas de la madrugada, con el Trasnoche flamenco de Domingo Patricio y su grupo, que ofrecieron un extraordinario espectáculo de flauta flamenca, algo poco habitual. Sin duda una delicia de agradecer.

      El domingo se presentaba un cartel de verdadero lujo, y es que es un placer el poder saborear el cante de tres figuras indiscutibles que en otro tiempo fueron concursantes del festival minero:

     Luís De Córdoba con el excelente acompañamiento de Manuel Silveria, se reencontró con un público al que adora y que le adora.  Llegó, se entregó y convenció, nos recordó al Luís de otro tiempo, al Luís que fue ganador de dos Lámparas mineras en el 73 y 74, Granainas como el solo sabe hacer, Alegrías, Taranta y Taranto, Tientos-Tangos, Fandangos y Bulerías.

    Carmen Linares. Siempre es un lujo el poder disfrutar de esta cantaora que entrega todo lo mejor de sí en un escenario,  nos ofreció Cantiñas, Soleá Trianera, Siguiriyas con remate de la Cabal de Silverio, Milonga y Bulerías. Sus facultades no son las de antaño, algo que recompensa con el conocimiento y la seriedad profesional de una artista que lleva casi 40 años en la brecha.

    Y cerró la noche Miguel Poveda, sin duda el momento más esperado por los aficionados unionenses, Miguel, siempre es una satisfacción el poder disfrutarlo en la catedral, su compromiso con este pueblo desde que ese 14 de agosto del 93 consiguiera una de las Lámparas más laureadas en la historia del festival es patente. Salió nervioso, pero comprometido. En su espectáculo hubo de todo, y todo bueno. Su agradecimiento al maestro Pencho Cros, al cual le dedicó la Minera, Cantiñas y Alegrías, Malagueñas y Rondeñas, regalo incluido de Luís El Zambo al pueblo de La Unión por Soleá, cantó a los clásicos de la copla por Bulerías, Tientos-Tangos, cantes a palo seco, de todo. Pero donde cautivó a un público entregado fué en las Bulerías, ¡qué cuadro de lujo!, la tradición cantaora de El Zambo, la guitarra mágica e imaginativa de Chicuelo y la creatividad personalizada de Miguel Poveda, nos mostró cómo se canta por Bulerías, como se puede evolucionar en el cante jerezano que ha permanecido hermético, inalterable durante tantos años, demostró que el cante es universal, del pueblo y para el pueblo y que la evolución del cante, no entiende de razas ni de territorios. Sin Duda la mejor actuación del festival.

      El lunes se presentaban dos espectáculos de distinto corte mediático, abría la noche el cantaor madrileño Diego El Cigala, con una actuación desigual. Y es que el público del Cigala es el que disfruta con sus boleros, con esas adaptaciones flamencas de otras músicas. Canciones de Lágrimas negras y de su último disco se cantaron y jalearon al ritmo de su música, siendo muy aplaudido por ese sector del público que busca los temas favoritos del artista de moda. En cuanto a su repertorio flamenco Carceleras, Soleá, Fandangos y Tarantos , bien debiera de plantearse que hay diferentes formas de entender el flamenco y es indudable que no raya a la misma altura en ambas facetas, aunque goce del beneplácito de sus seguidores.

       Lo más relevante de la noche llegó con el espectáculo de Manolo Marín, Merche Esmeralda, Javier Barón, Rafael Campallo y Adela Campallo. Y no es que se pueda catalogar como uno de los mejores del festival, porque es sin duda, uno de los espectáculos más completos que he visto en muchos años. Es el vivo reflejo del baile puro tradicional, sin artificios cara a la galería, en el cual se respira el arte de varias generaciones de artistas que marcan una determinada escuela de baile. Excelentes las Bulerías por Soleá de Javier Barón acompañadas de violín, Alegrías de Rafael, Siguiriyas de Adela. Pero sin duda el momento mágico de la noche llegó con la maestra Merche Esmeralda. ¡Qué forma de bailar por Soleá!, su baile cargado de sensibilidad expresiva, nos transporta  a un paraíso terrenal de quien nace y se siente artista, ¡cuanta verdad hay en su baile! Y su inclusión por Tangos con Manolo Marín que nos recuerdan la forma tradicional del antiguo baile de Triana. Un espectáculo sobresaliente.

      El martes abría la noche José Mercé con la guitarra de Moraíto. Como ya  va siendo habitual en él, una primera parte tradicional con Malagueñas de su tierra (Manuel Torre y Chacón) con remate de Rondeña, Soleá, Siguiriyas y Fandangos. Aunque siempre es garantía del cante bien hecho, esa noche no estuvo inspirado rayando por debajo de sus posibilidades. Fue con la segunda parte junto a su grupo donde vimos a un Mercé más suelto y seguro con los temas de su último disco “Lo que no se dá”, y  canciones de sus anteriores trabajos”Al Alba” y “Aire” cuando encandiló a un público en su mayoría joven, que buscaban al Mercé de sus grandes éxitos.

      Tras el descanso llego el baile de Manuela Carrasco, su baile impregnado de toda la esencia de su raza, cautivó al los asistentes a la catedral. Y es que si Manuela está inspirada arma el taco,¡y vaya que si lo armó!. Con un cuadro de calidad, se rodeó del guitarrista Pedro Sierra, el cante de José Valencia, Enrique El Extremeño, la Tobala, Samara Amador y la aparición estelar de Manuel Molina, entre otros. Bailó por Tarantos, por Alegrías, por Soleá. Simplemente genial.

       Por la noche sobre las 5 de la mañana trasnoche flamenco de Daniel Casares  “Bordón Minero” en 1997. Subió sólo al escenario, valiente, comprometido, nos ofreció un recital de una hora,  nos deleitó por Alegrías, por Tarantas, por Soleá… Magnifico futuro el de este joven guitarrista malagueño. ¡Qué lástima que no ocupe el lugar que su arte merece!

         Y llegamos al  concurso, la verdadera razón de ser del festival. Las noches del miércoles, jueves y viernes darían lugar a las semifinales.

       Un jurado cualificado designado por la comisión se había encargado de realizar distintas pruebas de selección por casi toda España y los artistas clasificados debían medirse para mostrar su valía y alcanzar el reto de la final.

      Este año hemos podido disfrutar de un concurso de calidad, con una serie de artistas jóvenes con una excelente preparación, conscientes de lo que supone en el mundo del flamenco el éxito en La Unión. Y dispuestos a dar lo mejor de cada uno de ellos.

      Con una final muy reñida en cualquiera de sus facetas donde la gran mayoría de los finalistas reclamaba con su arte el reconocimiento a su trabajo. El presentador del evento que estuvo magnifico a lo largo de todo el festival Manuel Curao, emitía el fallo del jurado,  formado por Faustino Núñez, Alfonso Eduardo Pérez Orozco, Francisco Valero Vargas, Manuel Bohórquez Casado, Francisco José paredes Rubio Y Leandro Bermúdez que actuaba como secretario.

         El resultado fue acogido con ilusión y entusiasmo por parte de un público que quedaba satisfecho en la distribución de los premios. Lo mostraba con sus calurosos aplausos cada vez que se hacía público el nombre de los  triunfadores de cada grupo.

       La preciada “Lámpara Minera” recaía en el cantaor extremeño Miguel de Tena Martínez, que conseguía el primer premio de Mineras y el premio de Tarantas, convirtiéndose en el verdadero triunfador de la noche.

     El cordobés Antonio José Mejías Portero conseguía el segundo premio de Mineras y primer premio por Cartageneras.

     Premio de otros cantes mineros recayó en el granadino Juan Pinilla Martín, por su cante por Murcianas y Levantica.

      El primer premio de cantes de Málaga, Granada y Córdoba fue a parar a Málaga para la cantaora Isabel Rico Nieto por su cante por Malagueñas.

     Primeros premios en los grupos de los cantes bajos andaluces a: Juan Antonio Camino Wencesla por su cante por Siguiriyas, Domingo Herrerías Pozo  por Soleá y Pedro Bermejo “Pedro Peralta” por Tangos Extremeños.

    Primer premio de guitarra y trofeo “Bordón Minero” para el sevillano Juan José Rodríguez Millán, por su toque por Tarantas y Malagueñas. Segundo premio para el cartagenero Cayetano Moreno Castro con Tarantas y Bulerías.

     Premio el “Desplante” para la Canaria “María Juncal Borrull”, el segundo premio recayó en  la gaditana Pilar Ogalla Martínez.

     Esto es todo lo que concierne a un festival que ha trabajado con la ilusión de mostrar toda la esencia jonda de un pueblo. Esperamos que estos reconocimientos sirvan como trampolín a estas jóvenes generaciones que vienen pisando fuerte para hacerse su hueco en el mundo del flamenco.

PACO PAREDES (Asesor de flamenco del FESTIVAL INTERNACIONAL DEL CANTE DE LAS MINAS)