Juan Pinilla y Jara Heredia en la Peña de Sucina
En esta ocasión, la peña flamenca de Sucina dedicaba su gala mensual a Granada. Todos los participantes en ella procedían de la provincia andaluza, tan ligada a Murcia por motivos históricos y culturales.
Comenzó Juan Pinilla dedicándole una emotiva saeta al recientemente fallecido Mariano Avilés, hermano del secretario de la peña, nuestro querido amigo Manolo Avilés. El presidente Paco Avilés le dedicó unas entrañables palabras. En paz descanse.
Pinilla es un joven granadino de Huétor-Tájar de 25 años que, además de al cante, se dedica a la crítica flamenca. Es muy estudioso y riguroso en su forma de trabajar. Fruto de ese esfuerzo nos ofreció una actuación poco convencional. Empezó con una serie de fandangos abandolaos de Granada, Almería y Málaga. Seguidamente, un garrotín y unos tangos del Piyayo que ejecutó con maestría. Estando en Murcia no podía sino ofrecer cantes mineros: murciana del Cojo de Málaga, aunque él la aprendió de la escuela de Manuel Ávila, y minera. Muy bien ejecutados ambos. Quizá sea el cantaor que mejor canta la murciana en la actualidad.
Después soleá de Triana y la soleá de Pepe el del Jun, característica de Granada y poco interpretada hoy día. Antes de la serie habitual de fandangos, ofreció unas alegrías algo flojitas.
Juan Pinilla no posee una voz demasiado larga pero maneja con soltura diversas técnicas vocales de forma que le permiten llegar a acabar cualquier tercio. Es inteligente y su espectáculo resulta interesante y agradable, y con la edad que tiene solo puede ir a más.
El tocaor Luis Mariano, recientemente premiado en el Festival de Jumilla, acompañó a Pinilla y también al cuadro de su esposa, la bailaora granadina Jara Heredia. Descendiente de la mítica La gallina y discípula, entre otras, de Mariquilla, es una excelente bailaora que se ha curtido en las cuevas-tablao del Sacromonte. Tiene fuerza y estilo, destacando en el movimiento de brazos. Interpretó soleá, bulerías y unos estupendos tarantos. En su cuadro también tiene a su hermana y al cantaor Manuel Heredia, perfecto para el acompañamiento al baile.
Una buena noche de flamenco, donde, además, se presentó la revista de la peña flamenca de Sucina.
Pedro Fernández Riquelme