Con este motivo habrá una concentración de madres lactantes el día 7 en la plaza de Santo Domingo y se entregarán folletos en Molina, Lorca, Cartagena y el Mar Menor.

Nacimientos

Murcia celebra la Semana Mundial de la Lactancia  del 1 al 8 de octubre, que incluirá una concentración de madres lactantes el día 7 en la plaza de Santo Domingo, y la entrega de folletos el día 8 en el parque de la compañía de Molina, en la Alameda de Lorca, la plaza del ayuntamiento de Cartagena y el centro Dos Mares del mar Menor.

Con este motivo, la vocal de matronas del Colegio de Enfermería de Murcia, Nieves Muñoz, ha advertido que la lactancia artificial de los bebés supone un alto riesgo de que tenga mayor incidencia a tener enfermedades. Muñoz resaltó la importancia del Código de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna, que protege a los lactantes artificialmente mediante la calidad de los productos y que ha alertado de que la fórmula infantil en polvo (FIP) puede contener bacterias causantes de enfermedades. El citado código se incumple cuando las compañías que fabrican estos productos restan importancia a los riesgos de no amamantar, entregando folletos con información incorrecta, convenciendo a las madres para que suspendan la lactancia prematuramente o pagando incentivos a los centros de salud para que distribuyan muestras.

Un alimento vivo imposible de copiar

Nieves Muñoz aseguró que la leche materna "es un alimento vivo imposible de copiar", y que mientras se amamanta se evitan catarros, neumonía, bronquiolitis, diarreas, estreñimiento, otitis, meningitis y síndrome de muerte súbita en los niños, así como enfermedades futuras como la obesidad, diabetes, infarto y leucemia, entre otras. La leche materna favorece el desarrollo intelectual y las madres que amamantan vuelven más rápidamente a su peso anterior, reduciendo además los riesgos de cáncer de mama, de ovario, osteoporosis, depresión postparto y anemia.

La OMS y la asociación española de pediatría recomiendan alimentar únicamente con leche materna durante los primeros seis meses, y continuar hasta los dos años o más junto con alimentación complementaria, si bien, del 85 por ciento de madres que comienzan a amamantar, muchas lo dejan a los pocos días y la mayoría al primer mes, cuando surgen las denominadas "crisis de crecimiento" del bebé. En esas ocasiones las madres reciben consejos para que dejen de amamantar y que comiencen con leche artificial. Al mismo tiempo el bebé pide más alimento y la madre se cree que no puede darle lo suficiente, con lo que para evitar que se quede con hambre, lo complementa con biberón. En ese instante el bebé deja de succionar más de la madre porque tiene que hacerlo del biberón, con lo que la menor succión hace que la madre tenga menos producción de leche