Olivo del siglo XV (entre los 3 más antiguos de la Región)
Olivo del siglo XV (entre los 3 más antiguos de la Región)
PERICALES

     Especie muy rústica, de fácil cultivo, por lo que tradicionalmente se ha instalado en terrenos marginales, sin embargo, de un tiempo a esta parte, por el creciente interés económico de su cultivo, ha proliferado en tierras de regadío.

     Los olivos no toleran temperaturas menores de 10°C y necesitan muchas horas de sol y calor, siendo muy resistente a la sequía, aunque el óptimo de precipitaciones se sitúa entorno a los 650 ml bien repartidos.

     Existen numerosas variedades que pueden clasificarse en dos grupos: de mesa y para aceite.

     Entre las principales variedades de mesa destacan la Manzanilla y la Gordal. Las variedades de aceite más empleadas son: Picual, Arbequina, Hojiblanca, Cornicabra y entre las autóctonas del Levante español la Blanqueta.

     Para el mantenimiento del suelo se aconseja el laboreo mínimo, que consiste en la realización de una labor muy superficial para romper la costra.

     Tradicionalmente, la formación del árbol se realizaba a 3-4 patas, mientras que actualmente se tiende a un solo tronco en vaso.

     La poda de regeneración se realiza de forma bianual, siendo desaconsejables las podas severas.

     Una particularidad del olivo es que una abundante cosecha precede a otra con escasa floración, debido a la inhibición de la inducción floral de la cual es responsable la semilla en desarrollo.

     Este fenómeno se conoce como vecería y para reducir su efecto se aconseja reducir la población de frutos realizando una poda el año anterior al que se presume tendrá una alta producción, así como realizar una  recolección temprana.