Talla realizada en madera policromada para cabeza, manos y pies. Imagen de vestir. Tamaño algo menor que el natural.

Se trata de la Virgen que reza el rosario.

Esta colocada de frente, con la cabeza ligeramente inclinada hacia el lado derecho. Es una composición cerrada en la que el brazo izquierdo sostiene la figura del Niño, acurrucándolo hacia el pecho. Entre los dedos aparece un rosario, que da la sensación de estar siendo contado por María, quien con la otra mano sostiene la vara imperial como reina de los cielos.

La imagen Está ataviada con un hermoso vestido blanco, decorado con motivos vegetales y con encajes dorados. En el cuello asoma la puntilla blanca. Sobre el vestido aparece un amplio manto a modo de capa.

El rostro es de gran belleza, transmite serenidad y paz. Su mirada es penetrante y sus ojos son grandes y de color marrón. La nariz es estrecha y alargada. La boca es pequeña, de finos labios. Los pómulos están resaltados en tono rosáceo. Y la barbilla es muy graciosa, redonda y también resaltada en tono rosáceo.

Una larga melena, postiza, cae sobre sus hombros, cubriendo casi toda la espalda.

Observaciones

José Sánchez Lozano, es el gran imaginero de nuestro siglo. Tras la guerra civil, su maestría es requerida por los clérigos y devotos que se afanan por recuperar el pasado perdido.

Nombre: Virgen del Rosario

Objeto: Escultura

Autor: José Sánchez Lozano

Fecha: Siglo XX

Ubicación: Iglesia de San Agustín Fuente Álamo