El carbonero común es un pequeño pajarillo de aproximadamente 14 cm. desde la cabeza hasta el extremo de la cola.
Posee un bello y vistoso plumaje en el que contrasta el color amarillo del pecho y vientre con la franja negra que se dibuja desde la garganta hasta la parte inferior del pecho.
El plumaje del dorso tiene, en todos los casos, un color verde u oliva , siendo característico el negro del capirote y la franja, antes comentada, en la garganta y pecho (en los jóvenes sólo en la garganta). Esta franja ventral y su desarrollo nos puede dar una idea de si el ejemplar que observemos es más o menos joven.
El color negro se extiende en una pequeña franja alrededor del cuello formando un collar que resalta sobre el blanco de la cara. Este collar es más fino en las hembras del carbonero común. En los ejemplares jóvenes predomina el amarillo y tienen un aspecto algo menos contrastado que el de los especímenes maduros.
Hábitat
El carbonero común cría en zonas de muy distintos tipos de arbolado, desde los bosques caducifolios, hasta las tierras de cultivo de frutales, zonas ajardinadas e incluso en algunas formaciones de matorral (coscojares y lentiscares). Prefiere los bosque caducifolios o mixtos con un estrato arbustivo bien desarrollado, siendo menos asiduo de los bosques de coníferas.
Distribución
El carbonero común es un pajarillo ampliamente asentado en la Península Ibérica y también en todo el territorio de la Región de Murcia, siendo, aquí, su presencia permanente durante todo el año. En la región sólo escasea en las zonas carentes de cualquier tipo de arbolado.
El carbonero común es una especie que prefiere anidar en agujeros de los árboles y de muros, aunque también gusta de anidar en las cajas nido, a las que aporta hierbas y musgo y una capa de plumón o pelo sobre la que poner los huevos.
Se alimenta principalmente de insectos, incluyendo orugas , pulgones y también algunas yemas de plantas, frutos y semillas.
Su canto es difícil de distinguir de otros pajarillos de la misma familia ya que es un gran imitador de otros cantos. Uno de sus reclamos más frecuentes es un sonido “pinc” metálico, que a veces lo efectúa repetidamente.