Las autoridades de Cádiz informaron a las de Murcia por teléfono del ascenso del equipo grana a Primera División a la conclusión del decisivo partido en el campo de La Mirandilla en la Tacita de Plata (5 de mayo de 1940). Un enlace oficial dio la noticia al delegado provincial de Deportes de Falange, Manuel García Calvo, y a los directivos pimentoneros Antonio Vázquez y Mariano Iniesta. "El enlace, anhelante, casi sin poder respirar pudo decir, después de mucho trabajo, que los dos goles marcados eran del Murcia y que no cabía duda de la exactitud de la noticia", publicó el diario La Verdad.
El 6 de mayo de 1940, Radio Murcia informaba a la población, a las 10:30 de la mañana, del ascenso del Real Murcia a 1ª en Cádiz. El presidente de la Federación Murciana de Fútbol, José María Llanos; el delegado provincial de Deportes, Manuel García Calvo; y el tesorero del R. Murcia, Antonio Vázquez, rindieron palabras de elogio (a través de las ondas) al equipo pimentonero y alentaron a la afición para tributar un merecido homenaje a la plantilla, el técnico y la directiva a su regreso a Murcia.
La expedición del Real Murcia regresó a casa desde Cádiz el 7 de mayo de 1940. El equipo murciano recibió una calurosa acogida durante su recorrido por toda la provincia: Puerto Lumbreras, Lorca, Totana, Alhama, Alcantarilla y Murcia. El Real Murcia llegó a Puerto Lumbreras alrededor de las cinco de la tarde. Numeroso público paró la marcha del autobús para vitorear al equipo. En Lorca, la directiva de su equipo de fútbol y miembros del Ayuntamiento recibieron al Real Murcia, antes de agasajar a los campeones en el Casino de la Ciudad del Sol. "Cuando descendieron del coche los jugadores de nuestro club estallaron ovaciones grandes y se vitoreó con entusiasmo a Murcia", recogía el diario Línea. Las siguientes paradas fueron en Totana y Alhama, con recibimientos calurosos para el equipo grana. La caravana de vehículos aumentó considerablemente (un centenar) a partir de Alhama para acompañar a los homenajeados.
La llegada del Real Murcia a Alcantarilla a las ocho de la tarde fue apotéosica. "El coche de los jugadores es detenido. Una inmensa muchedumbre aclama ininterrumpidamente al Murcia y un enjambre de entusiastas empieza a trepar por la escalerilla del omnibus... En vista de la aglomeración se desiste de la proyectada detención en Alcantarilla, que no pudieron aceptar por la precisión de llegar a Murcia a hora determinada en que eran esperados por las autoridades", relató el diario La Verdad.
La versión del diario Línea sobre la fiesta en Murcia fue la siguiente. "En todo el trayecto de la carretera coches y grupos de aficionados se encontraban estacionados, saludando con júbilo, entusiasmo y emoción al equipo en su marcha triunfal. En el Rollo no hubo más remedio que detenerse. Se dispararon cohetes profusamente y varias tracas, al tiempo que los jugadores abandonaban el autocar y pasaban a ocupar un coche tirado por caballos, para hacer de tal forma su entrada a nuestra capital... Ante el Ayuntamiento se había congregado una multitud incalculable. El alcalde obsequió a todos con un vino de honor. Desde el balcón principal, Emilio 'el de los Muebles' recitó un romance panocho, titulado '¿Qué pasa en Cádiz?' También el capitán del equipo, Griera, hubo de dirigir la palabra para corresponder a los requirimientos del público y con verdadera emoción agradeció el gran recibimiento que les habían hecho, haciendo constar que por fin su ilusión durante su estancia en el Real Murcia se había visto logrado".
El recibimiento popular al Real Murcia a su llegada a la capital resultó espectacular, según relata Antonio Aullón. "La llegada a Murcia fue apoteósica. Cuando la caravana de automóviles llegó al Rollo no se podía pasar, tal era el número de aficionados que allí se encontraban. Hubo necesidad de apearse de los automóviles y hacer uso de los vehículos tirados por caballos y así llegar hasta el Ayuntamiento, donde esperaban con las autoridades miles de aficionados y también una banda de música, amenizando tan solemne acontecimiento. Don Agustín Virgili fue el alcalde que dio la enhorabuena a directivos y jugadores, felicitándoles en nombre de toda la ciudad. Poco después, dichos jugadores y directivos recibieron también la felicitación de los componentes de la Corporación Municipal y del delegado provincial de Deportes, Manolo García Calvo. Desde el Ayuntamiento, a pie y escoltados por miles de aficionados, los triunfadores de Cádiz marcharon al Gobierno Civil, donde esperaba Vicente Sergio Orbaneja, gobernador de Murcia".