El domingo 30 de mayo de 1982, el Mazarrón afrontaba la cita más importante de su historia, puesto que tenía que medirse al F.C. Barcelona en una eliminatoria a doble partido, cuyo vencedor se alzaría con el Campeonato de España de Aficionados. El primer encuentro tenía que disputarse en el campo de Fabra y Coats de la ciudad catalana, en el que el conjunto azulgrana había logrado varias victorias aplastantes en las eliminatorias anteriores (13-0 ante Torreagüera, 3-0 frente al Rayo Vallecano, 5-2 contra el Extremadura y 7-0 ante el Real Unión de Irún).
El potencial azulgrana quedó confirmado en años posteriores, puesto que varios de los jugadores que disputaron esta final, militarían más tarde en Primera División. Son los casos de Fradera (Barcelona, Sabadell, Mallorca y Albacete), Villarroya (Sabadell y Burgos), Covelo (Mallorca) López (Sabadell) y Pedraza (Barcelona y Mallorca. Además este jugador sería titular en la famosa final de la Copa de Europa de 1986 en la que el Barcelona perdió en los penaltis ante el Steaua de Bucarest). Asimismo, Aranda y Retuerto debutaron en liga con el F.C. Barcelona en 1984 por la huelga de futbolistas profesionales. Es decir, que en el Barça se alinearon siete futbolistas que en un futuro próximo llegarían a disputar minutos en Primera División.
Derrota con polémica
El viernes, 28 de mayo, salió de Mazarrón una expedición compuesta por tres autobuses en los que, además de los miembros del club, viajaban unos 150 aficionados. El partido estuvo salpicado por la polémica, pues los expedicionarios del Mazarrón se quejaron amargamente del arbitraje del colegiado de Primera División, Juan Andújar Oliver (actualmente comentarista de La Sexta y de la Cadena COPE), quien expulsó a tres jugadores y al entrenador visitante.
En el minuto 9 se produjo la expulsión de José Luís por dar un codazo a un rival en un forcejeo. Este contratiempo obligó al entrenador visitante a retocar todas las líneas, colocando a Bermejo como improvisado central, para tratar de defender el resultado. El Mazarrón logró mantener su portería imbatida hasta el minuto 72, en el que López adelantó al Barcelona. Seguidamente fue expulsado Goyo y más tarde Balboa por protestar y el entrenador, Ventura por hacer observaciones al árbitro. En el minuto 86, Manolo logró el 2-0 para el F.C. Barcelona ante un Mazarrón con sólo ocho futbolistas sobre el campo.
Un subcampeonato que supo a victoria
El partido de vuelta se antojaba muy complicado para el Mazarrón, tanto por el resultado de la ida, como por la entidad del contricante, dificultades a las que se añadía la baja por sanción de dos de sus jugadores más destacados (Goyo y José Luís). La inusitada expectación por la visita del rival de mayor entidad que jamás se había enfrentado al Mazarrón hizo que se llenara el campo municipal, alcanzado una recaudación de 850.000 pesetas. La salida de los equipos fue recibida con tracas y cohetes. En los prolegómenos, la Junta Directiva le entregó una placa conmemorativa a Justo, designado mejor portero de la historia del Mazarrón.
La primera ocasión la tuvo el mazarronero Ortiz a los siete minutos, pero su disparo se estrelló en el travesaño. Por su parte, el Barcelona acertó a marcar en sus primeras oportunidades, en los minutos 23 y 26, por medio de López quien logró dos tantos, el primero tras jugada individual y el segundo de cabeza, que sentenciaron la eliminatoria. Ya en la segunda parte, y con todo decidido, Manolo obtuvo el 0-3 que cerraba el marcador y una histórica participación del Mazarrón en el Campeonato de España de Aficionados.
Un cuarto de siglo después, el recuerdo de aquella gesta permanece en la memoria de los aficionados que siguieron la trayectoria del equipo durante unos meses, en los cuales, un modesto club murciano de Regional Preferente hizo soñar a todo a un pueblo, hasta el punto de llegar a disputar la final de una competición oficial ante el Fútbol Club Barcelona.