Jaime Campmany ha escrito poesía, narrativa, anécdotas, epigramas, biografías de personajes y un sin fin de artículos.
Infancia y Juventud
Jaime Campmany se estrena como escritor con tan solo dieciocho años con su primera obra poética: Alerce, con la que obtiene el Premio Polo de Medina en 1943. Se trata de una obra aun un tanto inmadura en la que predomina un tono melancólico.
A esta primera obra le seguirá otro libro en verso: Lo fugitivo permanece (1947), que publica en su colección Azarbe, y en la que se evidencian las influencias de la Generación del 27.
Durante esta época Campmany colabora en periódicos murcianos como La Verdad y Hoja del lunes de Murcia.
Madurez
En Madrid trabaja como periodista en distintos medios de comunicación y en 1977 publica un libro en prosa Jinojito el lila (cuadernos de párvulo), donde el autor proyecta recuerdos de su infancia en la figura de un niño angelical.
Este libro recrea todo un mundo infantil de la década de los 30 y su acción se desarrolla en parte en la ciudad de Murcia.
Ese mismo año estrena en el teatro una adaptación de la obra Marta la piadosa, de Tirso de Molina.
En 1985 se convierte en director del semanario Época.
En la década de los 90 su bibliografía se amplia con títulos como: Cartas batuecas (1992); retoma las publicaciones de poesía con El Libro de los romances (1994), en tono satírico; recopila y publica sus cien mejores artículos en 1997y publica libros en prosa, como La Mitad de una mariposa (1999) y El abrazo del agua (2000).
En el año 2004 ha publicado el primer tomo de lo que se llamará Romancero de la Historia de España, una trilogía de la historia y leyenda de España contada en forma de romance.