Hornillo
Historia y Patrimonio
Situada a 1'5 kilómetros de Águilas, hoy es casi parte de la ciudad. Hornillo se sitúa alrededor de una pequeña y recogida bahía que le da nombre. Protegida en su extremo occidental por la Punta del Caballo y en su extremo oriental por la Punta del Cambrón, se cierra al norte por la Isla del Fraile.
La romanización de Águilas no está todavía muy definida, pero se sabe que desde el S. I al IV d.C. la civilización romana se asentó en el lugar, atraída por la riqueza de sus aguas, que constituían un pilar importante en su economía. Pertenecientes a esta época histórica se han hallado distintos yacimientos en Playa Amarilla y en la Isla del Fraile, separadas por una lengua de agua de unos 40 metros y unos 2 de profundidad.
Las evidencias arqueológicas nos hablan de la vida de la localidad en esta época. Se han encontrado restos de enterramientos de época romana, con fosas rectangulares en la Punta del Cambrón, restos de construcciones pertenecientes, posiblemente, a una factoría de salazones y de salsa garum (muy apreciada por los romanos) en la Isla del Fraile, que se nutriría de las almadrabas de Calabardina y Cope. También han sido encontradas ánforas y pequeños restos de otras cerámicas, así como de una instalación industrial o cantera. En el siglo V los romanos abandonaron la zona, aunque aún no se conoce si por la entrada de grupos invasores o, simplemente, fue abandonada ante el peligro, tras la gran crisis económica, en parte responsable de la caída del Imperio Romano. La Edad Media supuso un período de ausencia de población, por la debilidad que conllevaba estar cerca del litoral, expuesto a los ataques berberiscos de la zona desde el mar y desde la costa de Almería.
La situación continuó así durante los siglos XVI y XVII, en los cuales se encontraban escasos habitantes guarecidos por las torres vigía, que se construyeron en la costa. En el siglo XVIII el escenario cambió, comenzando la repoblación de Águilas. En el siglo XIX se descubre en la Sierra de la Almagrera un filón de plata, que da origen al inicio de la actividad minera en la zona, uniéndose más tarde a las extracciones de plata las de hierro.
Aunque en un principio las minas contaban con fundiciones propias, pronto se levantaron en las proximidades las fundiciones Iberia, en 1843, y La Aurora. Estas dos serían adquiridas cuatro años después de su apertura por la compañía inglesa Edward Bates. Las sociedades mineras aguileñas eran muy inestables y en los años que duró el apogeo minero se enriquecieron y arruinaron muchas de ellas. Los altibajos de la producción y del precio del mineral daban al traste en poco tiempo con inmensas fortunas. La actividad minera daría lugar a la construcción del ferrocarril y, con ello, el embarcadero del Hornillo.
Naturaleza
La bahía queda cerrada en su parte norte por la Isla del Fraile, llamada así por su forma, que recuerda a la capucha de un fraile.
Queda incluida dentro del Espacio Protegido Islas e Islotes del Litoral Mediterráneo formado por otras 17 islas, declarada así por la integridad y singularidad de las islas e islotes en cuanto a su ecosistema y biótico por las especies y comunidades de interés.
De pequeñas dimensiones, 6"3 hectáreas es semi-desértica en cuanto a su vegetación, pero posee uno de los fondos marinos más ricos del Sudeste peninsular, especialmente por sus colonias de posidonia oceánica. El papel que juegan las praderas en los ecosistemas litorales es fundamental en diversos aspectos, ya que depuran las aguas costeras y acogen a un gran número de especies tanto vegetales como animales.
La Isla se convierte en lugar de paso y avistamiento de delfines. Sus fondos son unos de los que despiertan más interés para la práctica del buceo deportivo, entre otras especies en el lugar se pueden observar pulpos, morenas, sargos, meros, cangrejos ermitaños, estrellas de mar y un sinfín más.
Ya en tierra, la Isla del Fraile es un magnifico lugar para la vida de las aves marinas, en ella se pueden encontrar ejemplares de gaviotas y cormoran común.
Gastronomía
En Hornillo dada su situación, esencialmente mediterránea, basan su gastronomía en los productos del mar que proporciona piezas de gran calidad. La dorada a la sal constituye la manera más típica de degustar todo el sabor de su cocina.
Algunos pescados se cocinan asados a la plancha, como los calamares, las gambas o los salmonetes, o en moragas y hechos a la brasa, como es el caso de las sardinas y el caramel. Los guisos de pescado tienen su protagonismo en el caldo de pescado, el arroz a banda o la sopa de mariscos.
Mención aparte merecen los escabeches, introducidos por los árabes (iskebeg) hechos con sardina o boga, y donde el aceite, el vinagre, el vino y el laurel cocinan por sí solos y conservan el pescado.
Fiestas
La población de Hornillo queda casi anexionada a Águilas, configurándose como un barrio más de la ciudad. Es por ello que disfrutan de las fiestas que se celebran en Águilas, a la que se acercan en fechas como la de los Carnavales de Águilas, declarados de Interés Turístico Nacional desde 1997 y en la que se vuelcan todos los habitantes de la ciudad.
La festividad de la Virgen de los Dolores patrona de la localidad se celebra el viernes anterior al viernes santo.
La Semana Santa es otro de las fiestas de las que disfrutan sus vecinos.
Durante el período estival se suceden las celebraciones comenzando el 16 de julio con la celebración de la festividad de la Virgen del Carmen, patrona del mar, y finalizando el 15 de agosto con la Asunción de la Virgen.
Datos Generales
Código Postal: nd
Origen: Siglo XIX
Altura media: 2 m.
Habitantes: nd
Superficie: nd
Espacios
La compañía inglesa "THE GREAT SOUTHERN OF SPAIN RAILWAY" inicia en 1887 la construcción del tramo de la vía férrea "Lorca- Almendricos- Águilas". En 1890 quedan inagurados los tramos Almendricos-Lorca y Almendricos-Águilas. El enlace con Lorca se realiza en 1892, y por último el ramal Águilas- Puerto de Águilas en 1896 que completa la línea.
La compañía se dedicaba, como actividad principal, al transporte de mineral de hierro desde la Sierra de los Filambres, siendo este el principal motivo de la construcción de la línea.
Aprovechando las condiciones naturales de la bahía, la proximidad a la estación del término municipal de Águilas y la rentabilidad de la carga de vapores por medio de un muelle-embarcadero, se solicitó una concesión para la construcción de un cargadero de mineral en la bahía de Hornillo.
En 1901, siendo director de la Compañía de ferrocarril Gustavo Guillman, que a su vez fue director de las obras, se lleva a cabo la construcción según proyecto del ingeniero Domingo Muguruza. Fue inaugurado oficialmente el 18 de agosto de 1903 con la carga del vapor inglés Greatland, como vía de prueba.
La construcción del embarcadero de mineral obligó a realizar obras complementarias como un enlace entre la estación de Águilas y el embarcadero por un ramal que cuenta en su recorrido con un puente de hierro que salva la rambla de Las Culebras y depósitos superpuestos a los túneles de entrada y salida a la plataforma para almacén del material.
La estructura metálica está formada por tres filas de 39 columnas de hierro unidas entre sí dos a dos por unos tirantes dispuestos en forma de "cruces de San Andrés", conectadas por refuerzos con roblones con perfil tipo raíl. Un total de 117 columnas de 10,40 metros de altura sostienen la plataforma. Por ella discurren tres vías de 12 metros de ancho y a una altura total sobre el nivel del mar de 11,30 metros, con una longitud de 170 metros. Sumando la base de hormigón y las columnas la altura total es de 22 metros.
Los túneles de descarga, consistentes en tres galerías, se sitúan anteriores al embarcadero. Se construyen con la finalidad de almacenar el material en su techo hasta la llegada de vapores, en ese momento descargan el material de hierro hasta el interior de los túneles donde esperan las vagonetas que se dirigen por el embarcadero hasta el muelle descargando el mineral directamente en los barcos.
El embarcadero comenzó su funcionamiento en 1903, teniendo dos períodos concretos de bonanza, entre 1910 -1920 y 1923- 1930.
A partir de 1936 el embarcadero dejó de embarcar mineral por motivo de la guerra, momento en los que los talleres transforman sus instalaciones para construir material de guerra, fundamentalmente proyectiles, mientras que las piezas de artillería se hacen dentro de los túneles del embarcadero. Para prevenir los bombardeos, los depósitos se llenaban de mineral. Dentro de los túneles se colocan tornos y todas las herramientas necesarias para hacer las distintas piezas de los cañones. Una vez finalizado el ensamblaje de las piezas de artillería se colocaban en la punta del embarcadero y desde allí se realizaban prácticas para hacer blanco con la Isla del Fraile.
Al finalizar la Guerra Civil Española se retoma la función original de embarcadero de mineral continuando en funcionamiento hasta 1970 aunque fue cerrado oficialmente en 1973.
Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2007 justificado en aras a preservar unos edificios bellos por sí mismos y que ejemplarizan formas de vida perdidas tras los comienzos de la revolución tecnológica.
A partir del cierre del embarcadero de mineral, en los años 70 en la zona comenzó el turismo con la construcción de Las Cuatro Plumas, un bloque de cuatro casas llamadas así por sus propietarios dedicados todos a las actividades literarias, hasta entonces sólo existía en Hornillo una cortijo con una pequeña explotación agropecuaria y una casita sobre una colina conocida como La Casa del Coronel.
A partir de este momento la localidad se convirtió en un núcleo de población estable y el número de habitantes no ha dejado de incrementarse, estando considerado Hornillo una zona residencial muy valorada por su paisaje y su cercanía a la ciudad.
Fuente: GRIS MARTÍNEZ, J. "El Embarcadero del Hornillo. 1903-2003" Asociación Cultural de Amigos del ferrocarril "El Labradorcico" Águilas.2003.
Economía
Hasta 1970 la economía de Hornillo se encontraba basada en la minería, a partir de este momento la villa dio un giro hacia el sector turístico y con ello al sector de la construcción y demás industrias asociadas a él.
En el transcurso de los últimos 20 años la acuicultura ha proliferado en las zonas costeras, convirtiéndose en una industria alimentaria importante y de gran pujanza. En 1989 se instaló en la Bahía de Hornillo una granja acuícola de lubinas y doradas que amplió el sector económico existente. Fue desmantelada desde el año 2000 al 2003, abriéndose una nueva en una cala cercana, Cala Barrilla.