El Esparragal
Historia y Patrimonio
La historia de El Esparragal
estuvo ligada al municipio de Lorca hasta que en 1958 pasó a formar parte del municipio de Puerto Lumbreras, que en ese año obtiene la independencia.
No hay evidencias arqueológicas en esta pedanía de poblaciones antiguas, pero sí en sus cercanías: la existencia de una zona de paso natural entre sierras más o menos abruptas, en la zona de Puerto Lumbreras, lo convirtió en un lugar muy transitado, los cabezos circundantes fueron fortificados y se dio un fenómeno atípico dentro de la cultura del Argar: los pobladores establecieron sus asentamientos en un llano. En torno a los años 1800-1100 a.C. dentro del Bronce Medio, la cultura del Argar unificó los usos de los enterramientos y el culto.
En la Edad Antigua, con la romanización, la ocupación del suelo experimentó un notable impulso del que esta zona, dada su lejanía a las vías de comunicación base del Imperio, no se benefició.
Es en la Edad Media cuando encontramos los primeros vestigios humanos de asentamientos. La ocupación árabe del territorio en el siglo VIII aprovechó las infraestructuras de la arquitectura civil creadas por los romanos, así como sus emplazamientos, restaurándolos y adaptándolos.
Hacia el siglo XII, el intento de repoblación de los campos del reino musulmán de Murcia, consiguió que estuviesen salpicados por numerosas alquerías y otros núcleos rurales, cuya dedicación económica principal eran las actividades agropecuarias normalmente en torno a las torres defensivas o los castillos. La existencia de grandes cantidades de aguas subterráneas permitía el regadío en espacios donde la lluvia es un hecho meteorológico excepcional.
La incorporación del reino de Murcia a la Corona de Castilla a mediados del siglo XIII, supuso que el castillo de Nogalte y los campos circundantes quedaran en plena línea fronteriza con el reino musulmán, lo que contribuyó a la despoblación de estos campos que quedaron integrados en el término concejil de Lorca desde 1299, por donación real de Fernando IV.
Los aljibes del Esparragal y la Estación pudieron ser realizados en esta época para el aprovechamiento de las aguas subterráneas. La peligrosidad fronteriza mantuvo el carácter desértico de estas zonas durante toda la Baja Edad Media, construyéndose torres como la de El Esparragal que formaban un cinturón de defensa frente al enemigo. Su función era de control y defensa del Camino Real de Vera. Y a comienzos del XVI, aprovechando esta despoblación, estas tierras se convirtieron en una dehesa para los ganados lorquinos.
El establecimiento definitivo de gentes en la actual villa de Puerto Lumbreras no se consolidaría hasta el siglo XVIII, cuando se produce la verdadera repoblación de todo el reino de Murcia, momento en el que se desarrollaría la aldea de El Esparragal, a la que la Iglesia del Rosario de Puerto Lumbreras atendió en el culto, dada la escasa población de esta aldea.
En el siglo XIX, la actividad económica relacionada con la minería de la cercana Sierra de Enmedio animó a la compañía inglesa The Great Southern of Spain Railway Company Limited a comenzar la construcción de la línea del ferrocarril que uniría Almendricos con Águilas y el trayecto Lorca-Baza. La estación de ferrocarril de El Esparragal vio crecer económicamente el pueblo y dio lugar al surgimiento de la Estación del Esparragal.
En el siglo XX, gracias a la mejora de regadíos, se produce un aumento en la población que continúa hasta hoy.
Economía
El Esparragal basa su economía, sobre todo, en el sector primario, la agricultura y la ganadería, localizada en el sector llano del municipio. El regadío ha dado paso con la mejora de la red de riegos y los trasvases a la construcción de invernaderos dedicados fundamentalmente a la floricultura, y también se ha intensificado el cultivo de hortalizas: brócoli, lechuga, coliflor, etc. De esta forma, pasan a un segundo plano algunos productos tan conocidos como el tomate, el algodón o el pimiento de bola, dedicado a la elaboración del pimentón. En cuanto a la ganadería, destaca la cría de ganado porcino, ovino y caprino.
El sector industrial de actividades relacionadas con la agricultura como los plásticos para invernaderos y los sistemas de riego por goteo ha ayudado a diversificar la economía del lugar.
Fiestas
Los vecinos de esta pedanía disfrutan durante cinco días en torno al 8 de diciembre de las fiestas en honor de la Purísima Concepción, cargadas de actividades, una carrera popular, campeonato de dardos, petanca, etc., amenizado todo ello con actuaciones musicales. El día grande de las fiestas es el 8 de diciembre, con actos que se celebran en la Ermita, como la ofrenda de flores a la Purísima, una misa solemne y la procesión, con la Cuadrilla del Esparragal, día que termina con un tradicional arroz con pavo para todos los asistentes y un gran castillo de fuegos artificiales.
Gastronomía
Dentro de la gastronomía de El Esparragal, el plato más típico es el de las migas de harina o de migas de pan que se acompañan con "tropezones" procedentes de la matanza del cerdo, ajos tiernos, y de uvas o brevas.
Otros platos típicos son el arroz con pavo, los exquisitos potajes con legumbres y verduras y los productos obtenidos del cerdo como los exquisitos embutidos caseros elaborados en las tradicionales Matanzas, destacando la morcilla de cebolla por su sabor único. También se degustan otras carnes como la pierna de cordero al horno cocinadas en los tradicionales hornos morunos en los que en Navidades es tradicional hornear dulces típicos navideños de la zona como las tortas de pascua, las tortas de naranja, los alfajores, los mazapanes y los cordiales.
Naturaleza
El Esparragal se sitúa en la zona más baja del término municipal lorquino. Sus llanos se componen de un paraje formado por los sedimentos aportados por las ramblas como las de Nogalte, Esparragosilla, o Béjar, entre otras. Se calcula una potencia de sedimentación próxima a los 200 metros de espesor. Este paraje presenta una forma ondulada debido a los conos de deyección de las ramblas anteriormente mencionadas.
La gran mayoría de la flora silvestre la constituyen el matorral y algunas repoblaciones de pinos y restos de carrasca y de esparragal, que da nombre a esta pedanía.