Cabezo Gordo de Torre Pacheco
Cabezo Gordo de Torre Pacheco
Cabeza de Cernícalo Primilla [Enclave Ambiental]
Cabeza de Cernícalo Primilla

La orografía de El Mirador destaca por su llanura y la ausencia de accidentes geográficos significativos, excepto el cercano relieve de Cabezo Gordo, una geografía que queda patente en las llanuras de San Javier y poblaciones vecinas como Sucina o Torre Pacheco. Su terreno está formado por depósitos de la época cuaternaria, tierras arcillosas muy adecuadas para el cultivo de regadío.

Cabezo Gordo

El Cabezo Gordo es un relieve calizo, con mineralización de hierro y afloramientos de mármol. El paisaje de Cabezo Gordo es un ámbito natural protegido y un importante yacimiento paleontológico muy conocido por los restos neanderthales hallados en su Sima de las Palomas.

Pero aparte de este relieve, alejado de la localidad, no existen otros ámbitos naturales a destacar. El Mirador se encuadra en un área típica de secano del Campo de Cartagena que sólo pudo cambiar a raíz de las nuevas tecnologías de cultivos intensivos de invernadero que se establecieron en sus parajes en el último tercio del pasado siglo XX.

Flora y fauna

Parte del cauce del trasvase Tajo-Segura pasa por el territorio de esta localidad, creando una esporádica visión de aporte hídrico dentro de un cauce totalmente artificial.

La mayor parte de la vegetación de este terreno semiárido procede de los terrenos roturados y preparados para los cultivos intensivos. Cítricos y hortalizas, como el pimiento bajo plástico, ocupan la mayor parte del suelo cultivable.

La vegetación silvestre de El Mirador se reduce al monte bajo y ejemplos de coníferas como el pino carrasco y el ciprés, además de esporádicas palmeras y pitas.

El monte bajo, de tipo mediterráneo, lo componen espino negro, esparto, albardín y algunas plantas aromáticas como el romero, además de distintos tipos de gramíneas. Las paleras de higos chumbos también son frecuentes.

En cuanto a la fauna del lugar, queda reducida esta al numeroso grupo de las aves y a los clásicos ejemplos de reptiles, además de algunos pequeños mamíferos como ratones de campo o conejos. Mirlos, gorriones, palomas, lagartijas colilargas, serpientes de cogulla, o erizos completan el repertorio faunístico.