Los Prados
Historia y Patrimonio
El topónimo de la pedanía 
Los Prados, encontrado en documentos de 1571 y 1577, indica un pasado dedicado a las tierras de pasto. Son los siglos XVI y XVII los momentos históricos en los que Caravaca vería el incremento de su población, así como la reestructuración de su sistema agrario y reparto de tierras. No es baladí pensar en un origen toponímico de época moderna, y una posterior formación del caserío, que se convertiría con los siglos en esta pedanía cercana a Pinilla y La Encarnación.
Existe poca documentación histórica referida a Los Prados, pero la cercanía de la población vecina de La Encarnación consigue ampliar considerablemente las referencias históricas de esta geografía caravaqueña. Varios son los yacimientos ligados a La Encarnación, desde los prehistóricos con hallazgos de homínidos y culturas materiales argáricas, a los de cronología correspondiente a la Edad del Bronce, como es el caso del yacimiento de Placica de Armas.
De época ibérica son los yacimientos de Los Villares y Villaricos, siendo muy interesante el hallazgo de estructuras de esta época en la actual vieja ermita del siglo XVII, algo que indicaría que, antes de ser ermita cristiana, fue templo pagano. El Santuario de la Ermita tuvo su origen muchos años antes de convertirse en templo cristiano, y tanto la cultura ibérica como la romana lo utilizarían como ámbito de peregrinación y culto.
En 1620 esta ermita inició las rogativas dedicadas a Nuestra Señora de las Cuevas. Este culto se extendería a poblaciones vecinas, por pequeñas que éstas fueran. Sin embargo, con los siglos la advocación pasaría a ser de la Virgen de la Encarnación, dejando sin culto la antigua ermita.
Las esporádicas construcciones de planta decimonónica de Los Prados nos hablan de un pasado reciente, si bien en el siglo XVIII se documentaron aquí, y en el paraje de Los Lavadores un total de 35 familias hidalgas, un número bastante alto. Seguramente la población del lugar, dedicada al agro en su entorno de secano, tuvo su mayor índice demográfico a mediados del pasado siglo XX, momento en el que se construiría la escuela unitaria, que hoy día hace las veces de consultorio. Hoy día Los Prados es una población pequeña al borde de una carretera que intenta, a través de nuevas construcciones, ser atractiva para nuevos habitantes. Pero continúa el estilo de vida huertano, de caseríos rehabilitados, vías de acequia y pequeños huertos de hortalizas.
Economía
La actividad económica básica de esta pedanía, muy cercana al Río Quípar por su margen izquierda, ha sido la agricultura. Aunque la actividad agrícola ha experimentado un cierto decaimiento, los cultivos que se siguen desarrollando en esta pequeña pedanía son la vid, los frutales como el albaricoquero, algo de olivo y algunas hortalizas como la calabaza confitera o Cucurbita melanosperma. En otros tiempos se cultivaron también manzanas pero, por motivos diversos, desapareció este cultivo. También ha sido tierra de cereales aunque las pequeñas dimensiones de las parcelas dificultan mucho la mecanización y las labores de estos cultivos. El agua que riega estas tierras procede de la acequia de Las Tosquillas que nace en la Fuente de la Tosquilla en Barranda.
Una nueva iniciativa empresarial se abre paso en esta pedanía. Aprovechando el tirón del turismo rural y ecológico, Los Prados se une a este sector con el establecimiento de varias casas rurales.
En la localidad hay también pequeñas empresas como una carpintería de aluminio y alguna otra ligada al sector agrícola. El sector de la construcción, sin embargo, ha tenido iniciativas poco afortunadas en la pedanía.
Naturaleza
Esta pequeña pedanía de Caravaca pertenece a la cuenca del Río Quípar. El núcleo de población está rodeado de pequeñas parcelas de huertas dedicadas al cultivo de hortalizas y frutales.
En Los Prados habita una especie arbórea ornamental integrada también en el paisaje de otras pedanías del municipio. Se trata de la Broussonetia papyrifera o Morera del papel, especie originaria de Asia, en concreto de China, Japón, Taiwán y Malasia, e introducida en Francia en el siglo XVIII. Al parecer, un vecino de la localidad trajo unos esquejes del país vecino que se adaptaron perfectamente a las condiciones climáticas y de suelo de la zona, con el paso de los años, fue propagándose su plantación en los pueblos vecinos pasando a formar parte del paisaje de distintas pedanías.
En la cercana ribera del Río Quípar podemos encontrar otras especies arbóreas, típicas de ribera, como el álamo negro (Populus nigra), el álamo blanco (Populus alba), el olmo (Ulmus minor), los sauces (Salix sp.) o los fresnos (Fraxinus angustifolia).
Centro Social
El centro social de Los Prados es un Salón Social, una construcción en planta baja con salón de actos y cafetería en la que, los mayores del lugar, suelen acudir todas las tardes a jugar al dominó y pasar momentos de tertulia y conversación.
En la antigua escuela unitaria queda el consultorio médico, que recibe asistencia una vez a la semana.
Gastronomía
El plato caravaqueño por excelencia es el de las migas de harina, con sus correspondientes tropezones de carne de cerdo, o, en sus variantes, con sardinas o boquerones.
Hay que resaltar también platos tan exquisitos como el "empedrao" que es un arroz con bacalao y alubias, el "ajo patata", o la Olla de Cerdo.
Si por algo se caracteriza también esta zona del Noroeste murciano es por sus dulces, sobre todo los navideños, variedades que alcanzan en sabor casi la perfección y que, si no todos, algunos tienen origen árabe como al famoso alfajor y las populares yemas de Caravaca.
Fiestas
Los vecinos de Los Prados celebran en julio unas pequeñas fiestas patronales dedicadas a San Juan. Durante el fin de semana los habitantes disfrutan de unos eventos clásicos que se repiten cada año, dos citas gastronómicas importantes, como una cena y una comida, con arroces y migas, verbenas nocturnas, misa de honor al patrón y la posterior procesión por las calles de la pedanía.