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MUNICIPIOS

Hinojar

Historia y Patrimonio

Vista General de El Hinojar  La pedanía lorquina de Hinójar se sitúa cerca del Guadalentín, condicionante de la vida de los moradores del valle. Debido a las ramblas de gran caudal, sus riadas han provocado grandes daños pero también han sido fuente de riquezas, gracias a los limos y a las tierras revueltas a su paso, que se convertían en fértiles.

  Las culturas que durante milenios han habitado la zona supieron aprovechar los recursos naturales que esta geografía ofrece. Durante la Edad del Bronce (2.000-1.500 a.C) habitaron en ella pueblos como la de la cultura del Argar que se extendieron por el valle, creando los asentamientos fortificados sobre cerros que permitían el control de terrenos, en este caso el valle del río y el Noroeste del Campo de Lorca, y de las vías de comunicación. El asentamiento de esta Diputación, el Barranco de la Viuda, disponía de torres cuadradas, viviendas adosadas a la muralla y abiertas a estrechas calles. Los pobladores argáricos cultivaban cereales, vid y legumbres y posiblemente intercambiaron productos con otros poblados.

  En la comarca del Campo de Lorca se han hallado vestigios de romanización desde el siglo I a. C. A finales del siglo I d. C. se aprecia en las comarcas próximas a Lorca un incremento en el número de villas romanas dedicadas a la producción de cereales, vid y olivo y del aprovechamiento del esparto. Esto se observa en la villa del Miñarro cercana a la Vía Augusta, que pasaba por la pedanía del Hinójar. De ello da fe el miliario encontrado aquí.

  La llegada y ocupación del territorio por parte de los árabes se hizo a través del Pacto de Teodomiro en el año 713, que origina la Cora de Tudmir, un amplio territorio en manos del Rey musulmán que abarcaba desde Alicante a Lorca. Los emplazamientos musulmanes se erigían en lugares de fácil defensa. Fundaron núcleos vertebradores en torno a los cuales se crearon redes de pequeñas granjas. Así muchas villas romanas se reconvirtieron en alquerías, mientras otras en cambio eran abandonadas.

  Tierra de frontera, los continuos enfrentamientos entre reinos vecinos tras la Reconquista cristiana en el siglo XIII favorecieron el desarrollo de los señoríos en la zona, encargados de su defensa. En el año 1244 se produce la incorporación de Lorca a la Corona de Castilla. En 1272, la ciudad ya cuenta con un Concejo propio, procediéndose en ese tiempo a tres repartimientos de tierras, que atrajeron hasta la comarca lorquina a nuevos pobladores. Se comenzó entonces la delimitación de aquellos lugares que más tarde podrían ser habitables y productivos agrícolamente.

  En el siglo XV la victoria de los Alporchones afianzó el dominio cristiano de la frontera y propició la definitiva caída del dominio musulmán. La situación territorial como enclave estratégico en la frontera favoreció la concesión por parte de la Corona de fueros especiales. Estos beneficios perseguían poblar de castellanos las tierras abandonas por los musulmanes.

  A lo largo del siglo XVII fue recrudeciéndose la suma de catástrofes como sequías, terremotos, inundaciones y epidemias que dejaron el Campo de Lorca prácticamente despoblado. En el siglo XVIII debido a la modernización de las infraestructuras hidráulicas que permitían los regadíos y a la proximidad de la zona con la capital municipal, se propició un crecimiento poblacional regular hasta el siglo XIX, a finales del cual se produce un aumento de la población rural sobre la urbana, resultado del traslado hacia el campo de gentes de la ciudad, que buscaban oportunidades en las nuevas roturaciones de tierras, a las que se aplicaban novedosos sistemas intensivos que daban lugar a cultivos más rentables.

  El problema de la sequía en el siglo XX comenzó a solucionarse gracias la aprobación del Plan de Mejora del Regadío de Lorca y la llegada de las aguas del trasvase Tajo-Segura. Las consecuencias inmediatas de estas actuaciones fueron la ampliación del regadío que la ha convertido en lo que es hoy, con una densa explotación agraria pero con escasa ocupación humana.

Naturaleza

Secano LorquinoEl Valle del Guadalentín está roturado y ocupado en buena parte por cultivos intensivos al aire libre. Destacando los campos de cultivo de regadío de brócoli, lechuga y calabaza. La riqueza de su suelo arcilloso es la que favorece el cultivo de hortalizas.

La rambla de Las Casicas que discurre por la población, en estos lugares con corrientes de agua intermitentes, da muestras de una vegetación de cañas, adelfas y tarays. Entre las plantas aromáticas destacan el romero, el tomillo o el hinojo. La mayor parte de los especímenes son aves como palomas, gorriones, abubillas, mirlos o petirrojos y reptiles como las culebras bastardas, culebrillas ciegas, lagartijas o salamanquesas.

Centro Social

Local SocialEl Centro Social de Hinojar se encuentra edificado sobre una superficie útil de 316 metros cuadrados. El inmueble dispone de un salón de actos, cafetería, cocina, almacenes y vestuarios y ha sido diseñado por la arquitecta María Teresa Gómez.

Datos Generales

Escudo de Lorca

Código Postal: 30816

Origen: Siglo XIX

Altura media: 600 m.

Habitantes: 57

Superficie: nd

Fiestas

Iglesia de San AntonioLa pedanía de Hinojar disfruta de varias fiestas a lo largo del año en las que los vecinos celebran unos días de convivencia. Una de ellas en honor de San Antonio de Padua, el fin de semana anterior más próximo al 13 de junio, día del santo patrón. Los habitantes de esta pedanía disfrutan en esos días de actividades como juegos populares, verbenas con canción española, veladas de trovo y rifas. Los actos religiosos más solemnes son una misa, la procesión del santo y la ofrenda floral.

En diciembre tienen lugar también dos fiestas grandes de la localidad. El día 8 se celebra la fiesta en honor de la Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona de Hinoar, con una misa de acción de gracias, la procesión de la patrona, la rifa de una tortada y la actuación de cuadrillas tradicionales. Y el 25 de diciembre se realiza un día de convivencia vecinal en el que se celebra una misa y un besapié al Niño Jesús, cantos de Pascua a cargo de las cuadrillas y se elabora arroz con pavo para todos los vecinos.

Economía

Regadios en el HinojarLa agricultura es la fuente económica más importante. La mayor parte de los cultivos existentes en la zona son alcachofa, algodón, pimiento para pimentón, lechuga y calabaza.

De manera progresiva se abre paso el sector turístico con la apertura de casas rurales, aun sin peso especifico en la economía de la zona.

Gastronomía

Bodegón Olla Gitana Localizada en la huerta de Lorca, cada primavera se puebla de infinidad de hortalizas, frutas y verduras, que junto al cerdo constituyen la base de la gastronomía de esta zona. Destacan los guisos, como la olla fresca, donde se incluye carne de cerdo, morcilla, tocino fresco, habichuelas y arroz. Se suele comer en otoño e invierno.

El potaje es otro plato en el que se combinan garbanzos, patatas guisadas con algunos vegetales, pimientos, cebollas y tomates, y al que se puede añadir pan campero tostado con perejil, aceite y vinagre. En primavera suele cocinarse la olla gitana, una mezcla de hortalizas y garbanzos con calabaza, a la que se le pueden añadir peras. Otro guiso típico es el arroz y habichuelas con ajos tiernos.

Destacan también la fritá de tomates, pimientos, calabaza y berenjena y el gazpacho lorquino que permite disminuir los rigores del verano, compuesto de trozos de pepino, ajo picado con aceite, trozos de pan duro, tomate, agua y un chorro de vinagre. Como aperitivo la torta de pimiento molío y los crespillos realizado con una fina masa de harina, sal y pimentón.