Imagen de vestir. Talla realizada en madera para la cabeza y las manos. El resto es de devanaderas.

    Es la madre dolorida que mira al cielo movida por un profundo sentimiento de angustia ante la idea del calvario al que se va a someter a su hijo. Es ese dramatismo el que caracteriza la obra de Salzillo.  Se acentúa este por los postizos, tales como los ojos de cristal y las lágrimas que caen por el rostro. Sus manos suplicantes en actitud de petición de consuelo celestial, se abren implorando a Dios. Se aleja esto de la imagen tradicional de la Dolorosa representada con la manos cruzadas en el pecho. El esquema compositivo por el que opta Salzillo es más teatral que el tradicional utilizado, entre otros, por Pedro de Mena.

    Precisamente es esta postura de brazos abiertos despegados del cuerpo, la que va a caracterizar a las Dolorosas de Salzillo, creando así un nuevo modelo para la Dolorosa. Este tendrá una gran aceptación en la época, ya que contribuye a la exaltación de los sentimientos, dentro del fervor religioso del momento.

    Observaciones:

    Francisco Salzillo, ha sido considerado como el escultor hiperestésico, de gran sensibilidad, no solo en el conocimiento e interpretación internos de la personalidad de sus figuraciones, sino en la misma versión plástica de los personajes. Buen ejemplo del poder expresivo acentuado por el movimiento que deslumbra a nuestro artista, es su peculiar manera de expresar el dolor de la Virgen.

    Nombre: Virgen De Los Dolores.

    Objeto: Escultura.

    Autor: Atribuida a Francisco Salzillo.

    Fecha: S. XVIII.

    Ubicación: Iglesia de S.Agustin.