Free cookie consent management tool by TermsFeed Tomás López de Pobeda y Molina- Marco histórico - Región de Murcia Digital
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Tomás López de Pobeda y Molina

Marco histórico

Huertos del Río Segura [Ojós_Tomás López de Pobeda]
Huertos del Río Segura

    Reinado de Carlos II

    Los hechos históricos que le tocaron vivir Don Tomás López de Pobeda y Molina los correspondientes a la Guerra de Sucesión no pueden ser comprendidos sin remontarse a la mitad del siglo XVII.

    España y este caso concreto el reino de Murcia bajo el reinado de Carlos II, comenzaba a salir de la crisis en que había estado inmersa desde el inicio del siglo XVII. Esa crisis se había caracterizado por un descenso de la producción agrícola debido, sobre todo, a la expulsión de los moriscos y a un ciclo de temperaturas mínimas muy adversas que estaba sacudiendo a toda Europa.

    Infortunios meteorológicos fruto de este vaivén climático, la proliferación de epidemias y la crisis financiera de la Corona consecuencia de un creciente agotamiento y a la insuficiente gestión de sus recursos sumieron a España en una lamentable situación; tal es así que, en Murcia, el concejo en más de una ocasión tuvo que hipotecar censos agrícolas e inmobiliarios para hacer frente a los gastos ordinarios de la administración. Únicamente, en medio de la estrecha condición, en 1684, se llegó a ejecutar una obra de ingeniería hidráulica: el definitivo estrangulamiento del meandro de las Condominas quedando el cauce del río Segura tal y como hoy se conoce.

    No obstante, diversas fuentes históricas no dejan lugar a dudas que desde 1670 la situación socioeconómica iniciaba una acelerada recuperación; así, los diezmos agrícolas comenzaron a incrementarse; la actividad artesanal a rendir con niveles cada vez más elevados y el comercio de los puertos a experimentar un empuje significativo. La población inició un proceso de crecimiento sobre todo gracias a una considerable disminución de la mortalidad. Según M. Rodríguez Llopis la población del reino de Murcia había recuperado la cifra de la población perdida y se situaba en los mismos niveles de principios del siglo XVII, con 112.500 habitantes en 1694.

    Guerra de Sucesión

    Entonces, en 1701, tras la proclamación de Felipe de Anjou como rey de España y la pública pretensión de Carlos de Habsburgo, estalló la Guerra de Sucesión. Como quisiera que catalanes y valencianos se unieron al bando austriaco se dio la circunstancia de que el reino de Murcia se convertía en un destacado escenario de esta contienda, como demuestra la batalla del Huerto de las Bombas en 1706.

La victoria borbónica de Almansa, el 25 de abril de 1707 liquidó el teatro de operaciones en este territorio si bien la guerra continuó hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713.

    Crecimiento del Reino de Murcia

    Tras la guerra y pese a las incidencias de las actividades bélicas, el reino de Murcia experimentó un empuje significativo. Cabe destacar el espectacular crecimiento demográfico: como muestra basta señalar que se pasó de 120.000 habitantes de principios del siglo XVIII a 330.000 a finales del mismo. Esta población materializó un proceso social que ya se advertía a finales del XVII: el asentamiento en el campo en forma de aldeas y caseríos en los alrededores de las villas y ciudades tradicionales.

    Este crecimiento demográfico tuvo su origen en un rápido y constante aumento de la producción agrícola. Así, después de liquidado el conflicto sucesorio, ocurrió que se acometieron nuevas roturaciones, se mejoraron infraestructuras hidráulicas, se introdujeron nuevos cultivos, etc. Por ejemplo, durante el obispado de Luis Belluga, la seda alcanzó una producción similar a la de comienzos del siglo XVII prosiguiéndose la dinámica exportadora hacia el resto de Europa.

    Por último, la confirmación de ferias y mercados, y la concesión de nuevos privilegios por el nuevo rey contribuyó a consolidar una de las etapas de crecimiento social y económico más significativos de la historia de Murcia.