En Siyâsa se ha recuperado una gran cantidad de vidrios, aunque su localización, estado de conservación y ubicación estratigráfica es problemática. No existe constancia de que los materiales encontrados sean de producción local, aunque las materias primas para realizarlos se pueden hallar fácilmente en Cieza, tanto la leña para los hornos como el carbonato de sosa empleado a modo de fundente alcalino en la elaboración. Este producto se obtenía de la barrilla, una planta muy abundante en la zona que alcanzó renombre durante los siglos XVI y XVII. Se han recogido más de 1.500 fragmentos de vidrio, aunque las piezas recompuestas únicamente se acercan a la decena, siendo suficientes para descubrir algunas series formalmente homogéneas.

   Técnica y decoración

   La mayor parte de las piezas recuperadas fueron elaboradas mediante la técnica del soplado, no obstante, algunas se realizaron por modelado con tenacillas. Era habitual utilizar dos modelos distintos de soplado, el soplado en molde que supone un 36% de los objetos encontrados en Siyâsa, y el soplado libre. Los moldes podían constar de dos o más partes y los materiales con los que estaban realizados eran la madera o la arcilla. En su interior se efectuaban varias improntas, posteriores motivos decorativos del objeto. También se ornamentaban las piezas mediante la denominada decoración aplicada, basada en la flexibilidad del vidrio a altas temperaturas, que hace posible estirarlo en hilos que se adhieren con facilidad a la superficie caliente del vaso. Esta técnica era característica de las redomas.

   Otras piezas muestran decoración incrustada, realizada mediante la aplicación de hilos de vidrio sobre una pieza para, posteriormente, recalentarlo y hacerlo rodar por una superficie lisa hasta que los nuevos hilos se incorporaban a la pasta sin resaltar. Los vasitos y las jarritas son las formas más usadas en Siyâsa, pero también se han identificado ampollas, redomas, ungüentarios, botellas y lámparas.