Iglesia del Sagrado Corazón de Raspay (Yecla) [Yecla_Raspay]
Iglesia del Sagrado Corazón de Raspay (Yecla)


  La Historia de la pedanía yeclana de Raspay es relativamente reciente, ya que los primeros datos sobre el poblamiento permanente de la zona se remontan a 1855, cuando Antonio Ibáñez se encargó de la rectoría de la pedanía y se convirtió en el primer cura de esas tierras. Se trataba de parcelas de labor mal comunicadas y más cercanas a la provincia de Alicante que a Yecla, un mundo rural más valenciano que murciano, que no alcanzaría su auge hasta entrado el siglo XX.

  El origen de la palabra Raspay

  El historiador yeclano Miguel Ortuño recuerda que la pedanía se halla en el paraje del Pino Rasposo, y de ahí podría derivar el nombre de Raspay, aunque también cabe la posibilidad de que el término proceda de raspall, vocablo valenciano que hace referencia a la escobilla con que se recoge el grano en la era. Antonio Jareño contempla igualmente esta última posibilidad y añade una más, pero con aires de leyenda. Raspay podría derivar de rapiña, porque en aquellas montañas se guarecían muchos ladrones.

  Los primeros datos

  La biografía de Antonio Ibáñez Galiano, obispo de Teruel, se detiene en Raspay en torno a 1855, hecho que confirma la existencia de la pedanía en aquel tiempo. El prelado fue ordenado presbítero en 1853 y dos años después radicó en la diócesis de Cartagena como encargado de la rectoría de esta población yeclana.

  El historiador Miguel Ortuño explica que Ibáñez solicitó que le destinaran a un lugar donde nunca antes hubiera ido otro párroco, quería conocer muy de cerca el mundo rural. Ese sitio fue Raspay con todas sus dificultades y carencias. Los más ancianos del lugar le contaron hace muchos años a don Miguel, que cuando los niños vieron aparecer por las calles de la población a aquel señor con sotana exclamaron "un hombre con faldas", y es que nunca antes habían visto a un sacerdote.

  El cura Ibáñez, como le gustaba que le llamaran y como reza la placa de la calle que lleva su nombre en Yecla, tan sólo permaneció dos años en la pedanía y durante todo ese tiempo no está claro donde ofició las misas, ya que la actual Iglesia no fue construida hasta principios del siglo XX. La leyenda popular menciona una ermita, que posiblemente ocupó el solar del templo contemporáneo.

  Una pedanía murciana que se expresa en valenciano

  Antonio Mateo Jareño López cita las palabras del historiador Fausto Soriano Torregrosa que, en su "Historia de Yecla", afirma que en la pedanía se habla la lengua valenciana, debido a que sus pobladores cristianos después de la conquista del Reino de Valencia por Jaime I El Conquistador fueron catalano-aragoneses. Raspay se encuentra situada a tan sólo seis kilómetros de la Comunidad Valenciana, concretamente de la localidad alicantina de Pinoso, mientras que son 23 los kilómetros que la separan de Yecla. Curiosamente, en la división territorial de 1833 quedó unida a la localidad murciana, pero no perdió el habla valenciano.

  Dos personajes importantes en la Historia de Raspay

  Pedro Alcántara del Portillo y Ortega nació en Yecla en 1835. Se le recuerda como un hombre de gran generosidad, que colaboró incluso económicamente para la fundación del periódico 'La Verdad'. Pedro Portillo tenía muchas posesiones por Raspay y fue quien edificó la Iglesia en 1904 y estableció una comunidad de monjas salesianas. Poco después se marchó a Madrid, pero dejó como representante suyo en Yecla al sacerdote Cosme Soriano Ortuño, además de legar 40.000 pesetas para la construcción de dos escuelas.

  Ricardo Yáñez Sánchez, agricultor de profesión, fue durante 28 años alcalde pedáneo de Raspay. Desde su puesto gestionó muchas mejoras para la población, ya que consiguió el asfalto para la carretera, la luz eléctrica, el teléfono y la construcción de un depósito de agua potable. En 1973 se le impuso la Medalla de la Constancia de la Cruz Roja Española y un año más tarde falleció. A petición popular fue su hijo, Francisco Yáñez Rico, quien le sustituyó. En 1976 se erigió un busto de Ricardo Yáñez en el centro de la plaza que lleva su nombre.

  La única pedanía yeclana y la agricultura

  En toda la Historia de Raspay parece claro y evidente que los primeros pobladores fueron buscando en esas tierras una manera de subsistir, dedicándose al mundo de la agricultura. El sector primario fue, y continúa siendo, la principal fuente de ingresos. Entre los cultivos más frecuentes se hallan cereales, vid, olivo, almendra o frutales como los albaricoqueros y los melocotoneros.

  Un remanso de paz en valenciano y en inglés

  En la actualidad está formado por poco más de un centenar de habitantes, que conviven en plena naturaleza, lejos del ruido, la polución y el caos de las ciudades. Muchos lugareños se vieron obligados a marchar, buscando un mejor porvenir debido a lo aislado de la pedanía y sólo vuelven de visita, pero otros han hecho de Raspay su lugar y modo de vida. A finales del siglo XX y primeros del XXI comenzaron a llegar familias inglesas, y a instalarse en la zona, si bien es cierto que, desde mediados del siglo XX, existe una tendencia regresiva de población. 


  Fuentes

-Jareño López, A. M. Radiografía de los territorios murcianos de habla valenciana. Murcia, 1993.
-Ortuño Palao, M. y Ortín Marco, C. Diccionario del habla de Yecla. Yecla, 1999.
-Ortuño Palao, M. y Ortín Marco, C. Las calles de Yecla. Barcelona, 2003.