Loma de Arriba
Historia y Patrimonio
Loma de Arriba queda al noroeste del núcleo poblacional de San Pedro del Pinatar, lindando con la provincia de Alicante en su término municipal de Pilar de la 
Horadada. Su Historia, de pequeña aldea agrícola, siempre ha estado ligada a la del pueblo principal. La Historia de San Pedro del Pinatar ha estado invariablemente condicionada por su situación geográfica (bañada por el Mar Menor y el Mar Mediterráneo) y también ligada de una manera muy especial a sus salinas, ya que la pesca fue la base de su economía desde tiempo inmemorial.
En sus fondos marinos se han hallado restos del paso de comerciantes fenicios desde hace 2600 años a.C. y se supone que fue una de las bases utilizadas para la conquista de la ciudad púnica de Qart-Hadast (Cartagena) por Publio Cornelio Escipión. San Pedro del Pinatar se desarrollará, en época romana, como una villa romana centrada en la industria salinera y de salazones. Parece ser que la Vía Augusta pasaba por San Pedro del Pinatar, existiendo también un intenso tráfico marítimo.
Tras la Reconquista cristiana de manos de los árabes, que introdujeron en el Mar Menor la pesca a través de encañizadas, esta zona se convierte en lugar de disputa entre las coronas de Castilla y Aragón. La Vereda Real discurría a lo largo de la linde entre ambas coronas y enlazaba con la Vereda Hilada, que actualmente constituye el límite entre San Pedro del Pinatar y San Javier. Estas Veredas eran empleadas para la circulación del ganado que bajaba de la Serranía de Cuenca para pastar en invierno en la Dehesa de la Albufera, actualmente Mar Menor. Esta circulación de ganados constituía una pingüe actividad económica y aumentó la población debido al asentamiento de familias castellanas.
En los siglos XVI y XVII las actividades económicas seguían siendo las pesqueras, agrícolas y derivadas del trabajo en Las Salinas. Sin embargo, es necesario construir a lo largo de la costa torres vigías debido a las incursiones de los piratas berberiscos. En el siglo XVII comenzó la repoblación de estas tierras con gentes dedicadas al pastoreo y al cultivo de secano. Continuará incrementándose en el XVIII, siempre en torno a caseríos y fincas de cultivo con una pequeña población de labriegos y grandes extensiones de latifundios, dedicados sobre todo al ganado caprino y lanar y a la agricultura de secano, mitigada por las aceñas o norias movidas por bestias. Es en este mismo siglo concretamente cuando se procedió al deslinde de los términos de Murcia y Orihuela.
El siglo XIX despuntó en el sureste español cargado de catástrofes naturales provocadas por movimientos sísmicos, plagas, sequías e inundaciones torrenciales. Las sequías provocaron hambrunas y a la par se desarrollaron epidemias. En el último cuarto del siglo XX se duplicó la población como consecuencia del crecimiento económico. Como resultado de este desarrollo se crearon nuevas infraestructuras. La llegada del agua del trasvase Tajo-Segura trajo nuevas perspectivas económicas a los habitantes de esta zona, hasta entonces dedicados a la agricultura de secano.
Economía
La economía de la pedanía se fundamenta principalmente en la industria basada en agricultura intensiva bajo invernadero, sobre todo de plantas y flores para ornamentación y al cultivo de hortalizas, principalmente de pimientos. Las técnicas de riego por goteo se han desarrollado mucho para rentabilizar el agua procedente del trasvase Tajo-Segura.
Gastronomía
Los reyes de la gastronomía son los pescados, entre los que destacan la elaboración de la dorada y el mújol, preparados a la sal y a la espalda.
Como aperitivo, el afamado langostino del Mar Menor, la mojama, las huevas de mújol y el atún de ijada, que se suelen acompañar con habas crudas y tiernas, o con almendras fritas. A todo esto hay que añadir las ricas verduras y hortalizas de la región murciana, que constituyen platos como el mojete murciano, las perdices de lechuga, ensalada cantonal con ahumados, tápenas y cebolletas, los michirones, los guisantes con jamón, el tomate y los pimientos fritos.
En el capítulo de postres las frutas de la zona son de excelente calidad, destacando el melón y la sandía. En repostería el tocino de cielo y la sopa real hecha de almendras y yema de huevo, el arrope elaborado con frutas y verduras maceradas con miel, y para el café un asiático con leche condensada, coñac y canela.
Naturaleza
San Pedro del Pinatar cuenta con catorce kilómetros de costa repartidos entre los dos mares. Las playas en el Mar Menor son: Villananitos, La Puntica y La Mota. En el Mediterráneo están las Playas de La Llana, que son la Playa de las Salinas, Barraca Quemada y Punta de Algas. Junto a la primera se encuentra el puerto. Al otro lado del puerto están la Playa de la Torre Derribada y El Mojón. En San Pedro se encuentra el humedal más importante de la Región de Murcia: el parque natural de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, con casi 900 ha. En este parque se pueden encontrar flamencos, gaviotas, albatros, garzas, y lechuzas; dispone de dunas móviles, con una flora característica de lirios de mar, juncos y cañas.
Fiestas
Los vecinos de Loma de Arriba salen a disfrutar de las variadas fiestas que se celebran en el pueblo de San Pedro del Pinatar y que comienzan con la 
Cabalgata de los Reyes Magos. En febrero se celebran los desfiles de Carnaval y, más tarde, los desfiles procesionales de Semana Santa que cuyos orígenes se remontan a 1950.
A finales de junio se homenajea al patrón San Pedro Apóstol con sus fiestas patronales, que incluyen procesión y actos festivos de diversa índole.
El 16 de julio, se celebra la romería marinera de la Virgen del Carmen en la que se le hacen ofrendas de flores y frutos.