Imagen de las antiguas canteras [Canteras_ pedanías]
Imagen de las antiguas canteras
Iglesia de Canteras [Canteras_ pedanías]
Iglesia de Canteras

  Atabayres y Algamecas

  En 1683 un repartimiento del campo cartagenero hace mención a los lugares de Atabayres y Algamecas. Atabayres pudiera tratarse de la actual Canteras, si se tiene en cuenta la zona geográfica a la que está referido el documento y las condiciones que este entorno ofrecía para el desempeño de actividades como la construcción o la pesca. A pesar de no existir suficientes datos que confirmen la vinculación exacta de Atabayres y Canteras, las circunstancias que rodean el paraje propiciarían el establecimiento en este lugar.

  Algamecas era bien conocida desde antiguo, ya que las invasiones de piratas berberiscos encontraron aquí una zona recurrente para sus ataques, lo que demandó durante mucho tiempo la presencia de vigilancia en la costa. También esta zona tan próxima a Canteras aparece en los archivos del siglo XVIII por el desvío de las aguas, que desembocaban en el puerto de la rambla de Benipila hacia la Algameca Chica. La desecación de El Almarjal perseguía acabar con las múltiples epidemias que los habitantes de aquella zona sufrieron a lo largo de muchos siglos a causa del estancamiento de sus aguas.

  Las canteras en el siglo XVIII

  En el siglo XVIII las sustancias desenterradas en las canteras eran denominadas 'piedras de las vacas', ya que eran transportadas por carros empujados por bueyes y vacas. Prueba de la importancia que en este siglo adquieren las canteras son la gran cantidad de construcciones fechadas entonces, que se realizan con sus materiales, edificaciones que orbitan en la mayoría de los casos en torno al Arsenal, proyecto estrella dieciochesco en Cartagena.

  Las crónicas de la época recogen momentos significativos como el protagonizado por Antonio Rato, marqués de Campo Nubla, quien, según la leyenda, para contribuir a las obras del Hospital de Caridad de Cartagena, atravesaría él mismo la ciudad varias veces al día para transportar el material desde Canteras al lugar donde sería utilizado.

  La magnitud de estas explotaciones llega incluso al siglo XIX, pudiéndose leer en la prensa local de la época los anuncios que comercializaban con las extracciones:  "Piedra de tabaire pajiza. De la mejor calidad. Se facilita a las obras de esta localidad a 5' cuartos el pie cúbico y blanca superior a precios convenientes, según las dimensiones. Para sus pedidos se avisará a casa de D. Juan Aroca, calle Honda, 23". En la actualidad estos yacimientos forman parte de las atracciones culturales y turísticas de este entorno.