En el paraje del Collado de los González, un apartado rincón en el término de la pedanía de Morata, se encuentra el caserío conocido como de Viquejos.

Se trata de un caserío de difícil acceso, construido en altura, que se asienta en las escarpadas laderas de la rambla que lleva el mismo nombre.

La ladera se encuentra aterrazada con hormas de piedras de contención que hacen a la vez de límites de bancales, en los cuales se van situando las viviendas.

Se encuentran a unos 500 m respecto a la rambla que divide este estrecho paraje, el resto de las tierras de alrededor son de labor y están ocupadas por campos de almendros y olivos.

Del caserío, que se encuentra deshabitado, se conservan nueve estructuras con diferentes grados de conservación y condiciones, algunas de las cuáles llevan adosadas otras construcciones mucho más pequeñas, de planta rectangular, que servían de corrales cerrados para animales de pequeño y mediano tamaño.

Son viviendas de sencilla construcción y con diferentes estancias para cubrir tanto las necesidades domésticas como las de almacenamiento. La mayoría de las construcciones dedicadas para viviendas tienen unas características similares, son de planta rectangular y de una sola altura.

Se aprovecha al máximo su interior que lo forman la cocina y dos habitaciones que se subdividen en alcobas, más una pequeña entrada. La cocina contiene una chimenea de las conocidas como ¿abiertas¿, es decir tan solo formada por una campana sin muros laterales que la delimitaran.

Las habitaciones se solían subdividir en lo que conocemos como alcobas. Esta división consistía en separar con una manta u otro paño a  la habitación poniendo a cada lado jergones con sus respectivos colchones que solían estar formados de paja.

Estas construcciones se basan, a la hora de realizarlas, en los materiales que se disponían en el lugar;  piedras calizas y diversas argamasas compuestas de cal y arena. Todas las construcciones están realizadas mediante la utilización de la mampostería, a la que se añade en la mayoría de los casos un trabajado de enlucido, que se convierte en un blanquecino encalado en su interior.

Encontramos además dos tipos de cubierta, la más común a una vertiente, con teja árabe, mientras otras son planas estando realizadas con un entramado vegetal y tierra de láguena.

Actualmente, a pesar de estar deshabitado, todavía se utilizan algunas viviendas para guardar ganado. La conservación varía de unas a otras construcciones, ya que el abandono se hizo de forma paulatina; algunas conservan su estructura general, otras solo el alzado de los muros.

Según la información recogida de la zona la construcción más antigua del caserío, que está en peor estado, es la que está en la parte más alta, siendo conocida como Castillo de Viquejos.