La cultura argárica en llanura

  En el entorno del municipio de Lorca se han hallado vestigios humanos con una antigüedad de 120.000 años (Paleolítico Inferior). En la diputación de Torrecilla habrá que esperar al Bronce Medio, en el III milenio a.C. para vislumbrar atisbos de ocupación. Los poblados del Llano de la Torrecilla y el de Los Cipreses presentan características que los hacen destacar, ya que se encuentran ubicados en llanura y sin elementos defensivos, a diferencia de la mayoría de poblados argáricos.

  Las excavaciones arqueológicas que se iniciaron en las últimas décadas del XX sacaron a la luz gran cantidad de información sobre la tipología de estos asentamientos más o menos estables. Las casas halladas en Los Cipreses presentan diversas plantas entre las que destacan las rectangular, cuadrada, absidal, trapezoidal o semicircular. Además, dentro del hogar se encontraron gran cantidad de herramientas y enseres relacionados con la vida cotidiana. En el recinto del poblado existían varios enterramientos cercanos a las casas, de modo que se han podido exhumar gran número de sepulturas.

  El rito funerario de la cultura argárica consistía en el enterramiento individual en cista o urna. Para construir las paredes de la cista se usaban los materiales de las canteras más próximas, en este caso la pizarra. En una de las sepulturas se había introducido comida tiempo después del enterramiento, respondiendo quizá a algún tipo de ceremonia ritual, también resultaba muy frecuente introducir restos de animales en el interior de las tumbas, que tal vez servían como hipotético alimento en el ajuar funerario.

  En el entorno del núcleo urbano de Lorca existió una red de poblamientos argáricos en el que Los Cipreses estaría subordinado al más grande, emplazado en el lugar que ocupa actualmente la capital municipal. En el año 2004 se habilitó el yacimiento como centro para la visita y el conocimiento de la cultura argárica: el Parque Arqueológico de Los Cipreses.