Free cookie consent management tool by TermsFeed Historia de Torrecilla- Antigüedad - Región de Murcia Digital
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Historia de Torrecilla

Antigüedad

Miliario romano en el Museo Arqueológico de Lorca [Lorca_Torrecilla]
Miliario romano en el Museo Arqueológico de Lorca

  Las villas agrarias

  En el lugar que ocupa la ciudad de Lorca, a partir de la conquista romana del territorio, fue creciendo una urbe cuya prosperidad se basaba en la actividad comercial y en su posición estratégica. Recibió el nombre de Eliocroca. En torno al núcleo urbano de Eliocroca se fue generando una red de pequeñas villas agrarias, que vendían sus excedentes en la urbe. La ciudad se benefició del desarrollo de estas villas dispersas por las fecundas tierras del valle del Alto Guadalentín.

  En el área de la diputación de Torrecilla se asentó una importante villa, en cuya excavación queda evidenciada la riqueza que llegaron a alcanzar estas explotaciones agrarias. En este caso su crecimiento se vio favorecido por la proximidad con los márgenes de la Vía Augusta. Su origen data del siglo I a.C., momento en el cual comienzan a poblarse las tierras junto a las ramblas periféricas al valle del Guadalentín. En la villa de la Casa de las Ventanas las tierras se regaban con la Rambla de Torrecilla y algunos nacimientos que partían de Solana de la Peñarrubia.

  La necrópolis romana

  En el paraje de la Casa de las Ventanas, muy próxima a Eliocroca, está ubicada la necrópolis de esta villa. Según la bibliografía, a la necrópolis de la Casa de las Ventanas en La Torrecilla se la conoce como cementerio de Eliocroca. Su importancia radica en ser, junto al cementerio de Los Moros, La Corredera y Las Hermanillas, las únicas necrópolis del siglo I a.C. del entorno de las villas agrarias.

  Su utilización está documentada a lo largo de varios siglos por los restos cerámicos hallados en los yacimientos. El estudio de estos restos ha permitido avanzar en el conocimiento de las prácticas funerarias en las necrópolis romanas. Las gentes que habitaban en las villas se hacían enterrar en lugares próximos a los poblados, en tierras baldías o eriales.