La pequeña pedanía de Puebla de Soto conserva abierta al culto esta iglesia parroquial que, aunque pequeña, contiene una de las pocas imágenes de estilo gótico que se pueden admirar en la región. Se trata de la Virgen de los Cautivos, obra que seguramente tiene sus antecedentes en la estancia en esta pedanía de frailes de la orden mercedaria.

Fue fundada quizá durante el dominio de Jaime II de Aragón en el siglo XIV pero construida entre los siglos XVIII y XIX, si bien se cree que la zona del ábside y el camarín de la Virgen son fábrica del siglo XVI, mientras que la torre campanario está documentada, según consta en el Libro de Fábrica del Archivo Parroquial a finales del último tercio del siglo XVII, durante el reinado de Carlos II de Austria.

Tras la riada del pantano de Puentes, entre 1804 y 1820, se hubo de reconstruir encargándose del proyecto Salvador Gonzálvez Ros.

Descripción

Se trata de un pequeño templo de nave única y planta de cruz latina. Se divide en el interior en cuatro tramos y la nave central se comunica a través de arcadas con capillas laterales que se distribuyen a lo largo del templo. El crucero de la iglesia está cubierto con cúpula sobre pechinas mientras que el resto de la nave se cubre con bóveda de cañón.

El exterior del templo es de líneas sobrias, muy del gusto neoclásico y cabe decir de él  primeramente que su diseño recibió un premio de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Destaca su torre campanario, realizada en fábrica de ladrillo y abierta en su zona de campanas con cuatro arcos de medio punto. En la fachada de entrada destacan las pilastras jónicas, los dinteles y dos vanos elípticos con rejería y cristales de colores.

Este pequeño templo llegó a tener imágenes de gran valor, obras de Salzillo y Roque López, la mayoría de ellas destruidas en 1936 o enajenadas entre 1966 y 1978. Se conserva, sin embargo, la talla de vestir de la patrona, coronada en los años cincuenta por el obispo de la diócesis, Monseñor Sanahuja, un San José, un San Fulgencio o un San Roque, este último atribuido a Nicolás Salzillo, obras todas de factura salzillesca.

Cómo señalamos al principio uno de los tesoros de esta iglesia es, a la vez, tesoro escultórico de Murcia, se trata de la imagen gótica de una Virgen de las Mercedes o de los Cautivos que acoge bajo su manto a los devotos y fieles en actitud protectora. El origen de esta devoción, que explicaría plenamente la advocación del templo, puede estar en la presencia en la zona de frailes mercedarios. En la imagen, además de unos fieles que podrían ser los mecenas de la obra, podemos apreciar el escudo mercedario en el torso de la túnica de la Virgen. Este tipo de iconografía está emparentada con la medieval de la Virgen de la Misericordia, muy cercana en estilo a las líneas estéticas del último gótico y el primer renacimiento.