La Historia de Leiva como pedanía comienza a mediados del siglo XIX, cuando la minería mazarronera se extendió por el vecino Coto Fortuna. Sin embargo, los parajes que rodean esta villa de más de trescientos habitantes están cargados de una Historia que comienza en época argárica, con el posible poblado de Fuente Meca.

  Las primeras referencias históricas, evidenciadas por los restos arqueológicos que hasta hoy día pueden hallarse en la zona, se sitúan en el período histórico de la colonización romana. Cerámicas, útiles mineros, prendas de fibra vegetal, estructuras de explotación de las minas y pozos son algunos de los vestigios del Coto Fortuna y en los parajes del Campo de Leiva. Se evidencia así el gran interés que Roma tuvo en los depósitos de alumbre y plata que existían en estas zonas.

  La explotación minera continuó en los siglos de la Edad Moderna, XVI, XVII y XVIII, siendo el siglo XIX el que desarrollaría de manera intensa la extracción de los recursos mineros de la zona y contribuiría a elevar la población de la zona. Leiva mantuvo importantes cultivos de cereal, prueba de ellos son los molinos harineros del siglo XIX, cuyos restos hoy pueden observarse. Pero la agricultura tuvo en los años ochenta del pasado siglo su desarrollo más efectivo con la especialización en técnicas de riego por goteo e invernadero, hecho que ha contribuido a hacer de la villa una de las pedanías más destacadas del Campo de Mazarrón.