La conocida Casa del Labrador se encuentra situada en las inmediaciones del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, junto al Convento de la Encarnación de las Hermanas Carmelitas Descalzas, en la pedanía murciana de Algezares. 

Se trata de una construcción tradicional erigida a principios del siglo XVIII, y consta de dos plantas. En la planta baja encontramos la puerta de acceso, hoy inutilizada, construida en madera. A ambos lados de ésta se sitúan dos ventanas cerradas con rejas.

En la planta superior podemos observar un balcón central con barandilla de forja y otras ventanas enrejadas. En el exterior de la casa hay una pequeña explanada, circundada por un muro bajo.

La construcción está realizada en tapial y mampostería, presentando cubierta a dos aguas. Esta casa tenía principalmente dos funciones. Por un lado servía de residencia a la persona encargada de cuidar las tierras que pertenecían al Santuario de la Fuensanta, y por otro, era un lugar de paso y parada obligados en las romerías que se celebraban, y se celebran hoy día, en honor de Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de Murcia. Algunos historiadores piensan que esta construcción es uno de los pocos restos conservados del primer convento que existió en este paraje.   

En la actualidad, este lugar se encuentra prácticamente en ruina debido a un problema administrativo. Problema que conllevó el derribo parcial de la casa en el año 2004.

A pesar de estas circunstancias, el edificio sigue conservando su encanto rural y por ello ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC).