La albahaca, Ocimum basilicum, es una planta aromática originaria de la India donde simboliza al dios hinduista Vishnu, siendo los griegos los que introdujeron la especia en Europa hace más de 2.000 años. Esta planta, a la que también se le da el nombre de basílico, proviene del término griego basilikon o Basileus (rey) cuyo significado es real o regio. Una leyenda helena narra como Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró la Santa Cruz bajo un terreno cubierto de albahaca, por lo que es conocida como la planta real o 'planta de los reyes' , consagrándola  este pueblo a su dios Marte al tiempo que la asociaba con el duelo y la desgracia.

También los egipcios conocían sus poderes y la empleaban como un componente para embalsamar. Sin embargo son los romanos los que más la incorporan en sus costumbres, por un lado su uso se asocia a la pasión y fecundidad convirtiéndola en símbolo de los enamorados y, por otro, es un ingrediente habitual en los platos más internacionales de su cocina, donde aún sigue reinando sobre el resto de las especias.

El vocablo castellano albahaca proviene del árabe al-habak, cultura que lo emplea abundantemente en su cocina tradicional dejando numerosas huellas en la gastronomía murciana.

Edad Media

En el medievo la albahaca era una planta muy empleada para tratar males como la depresión, las verrugas, el resfriado común o mitigar los dolores de parto tal como recoge el ilustre alquimista, conocido médico de reyes y papas, Arnau de Vilanova en su libro de recetas mágicas 'Thesaurus pauperum', donde se indica que su olor incrementa el dolor de cabeza. Popularmente atraía el mal de ojo, ya que quien quisiera demostrar su enemistad a alguien le ofrecía públicamente un ramillete de esta planta. En contraposición mantiene su asociación con el amor, por lo que las doncellas colocaban un ramillete en la ventana con el fin de atraer a sus enamorados.

Los sacerdotes cristianos emplean la albahaca junto con otras hierbas aromáticas mediterráneas para bendiciones en romerías y procesiones de muchas localidades del sureste español.

En la Región de Murcia es conocida por el nombre popular de alhábega, procedente del catalán alfàbrega o alfàbega, voz recogida en el primer Diccionario de la Lengua Castellana (1726) por el académico murciano Padre Bartolomé de Alcázar.

También esta planta forma parte de algunas tradiciones locales, como la romería en Honor a San Roque y Nuestra Señora de la Asunción celebrada en agosto en Villanueva del Río donde los villanovenses se agolpan alrededor de los tronos para intentar quitarle los ramos de alhábega con los que están decorados.