Patos de granja [Pato-archivo]
Patos de granja

    Probablemente la variedad salvaje ánade real, de la que descienden los patos domésticos o de granja, fue domesticada en las tierras del norte de Europa, Asia, Egipto y Norte América hace más de 2.000 años (los egipcios engordaban estas aves para obtener el foie de su hígado).

    Las primeras referencias escritas que han llegado hasta la actualidad corresponden con el libro De re coquinaria de Apicio, gastrónomo y escritor romano del siglo I d. C. donde se habla de la elaboración de diferentes recetas con esta ave.

    En la actualidad la cría y consumo del pato se encuentra extendida por la mayoría de territorios mundiales, a excepción de la Antártida y un buen número de islas.

    Propiedades nutritivas

    Una de las características más significativas de la carne de pato es su alto índice calórico si se ingiere con piel, ya que en ella se acumula mayor cantidad de grasa.

    En el pato destacan las vitaminas hidrosolubles del grupo B, resaltando la tiamina, niacina, B12 y riboflavina. Entre los minerales contiene porcentajes representativos de fósforo, hierro y cinc.

    Producción en España

    En España se crían actualmente unos 2 millones de patos, repartidos en granjas de Cataluña, País Vasco, Navarra y Castilla León. El 80% de ellos se destina a la obtención del hígado para elaborar patés y foie, mientras que del 20% restante se aprovecha la carne. A finales de la década de los 90 del siglo XX los animales reproductores llegaban a 100.000, no obstante, la alta competencia de Francia ha hecho que este número se haya situado en 20-25 mil.