La codorniz o Coturnix coturnix es un ave terrestre, migradora estival, del orden de las gallináceas y de la familia de los Phasianidae, considerada como una de las reinas de la caza menor, aunque prácticamente la totalidad de ejemplares que se consumen en la actualidad provienen de su variedad doméstica o japónica.

    La codorniz llega a medir entre los 16 y 20 centímetros de altura, con cuerpo redondeado (machos más corpulentos), alas largas y puntiagudas que le permiten levantar el vuelo con rapidez ante cualquier amenaza, aunque normalmente son vuelos cortos para dejarse caer a cierta distancia y ocultarse entre las plantas.

    Su desarrollo es uno de los más precoces de todas las aves, ya que alcanzan su madurez sexual transcurridos 35-42 días para los machos y 40 días para las hembras, poniendo esta últimas entre 6 y 18 huevos.

    Las tonalidades que predominan en su plumaje son los pardos con franjas ocres, haciéndola prácticamente invisible en su hábitat natural. La única diferencia que se puede apreciar entre machos y hembras en este sentido es que los primeros poseen una mancha o ancla en la garganta de color negro sobre fondo claro y las segundas no. La cola posee una tonalidad más oscura que el resto del cuerpo, con borde estrecho y barras en tonos beige.

    No obstante, dependiendo de cada zona parecen existir tonalidades diferentes para cada ejemplar, así como distinciones según la edad de las codornices.

    Al llegar el otoño, la codorniz emigra desde la Península Ibérica hasta zonas más templadas del Norte de África para pasar el invierno.

    Variedades

    La Coturnix coturnix japónica es la variedad de codorniz más empleada en la cría en granjas o avicultura. Se trata de un ejemplar de pequeñas dimensiones, formas redondeadas y de crecimiento rápido. Algunas de las razones por las que se ha convertido en la variedad ideal para la cría en cautividad son:

    Su desarrollo embrionario es de 16 días.

    Ave de puesta muy precoz y abundante (300 huevos por año).

    Individuos adultos a partir de la quinta semana.

    No obstante, en los últimos años, esta especie ha supuesto un serio inconveniente para la variedad salvaje ya que los ejemplares de japónicus criados para caza se cruzan con individuos salvajes haciendo que la variedad resultante pierda algunos rasgos como su naturaleza migradora.

    Reproducción y cría

    Las codornices macho son capaces de aparearse desde la séptima semana de vida, teniendo una vida sexual muy elevada en los primeros 6 meses.

    El huevo de la codorniz pesa aproximadamente 10 gramos, similar en su forma al de gallina pero de tamaño inferior (casi una tercera parte) y coloraciones diferentes que comprenden el crema, amarillento, marrón e incluso verde oscuro (se trata de huevos distintos en cada hembra).

    La incubación de estos huevos tiene un periodo aproximado de 16 días (en granjas de cría se realiza en incubadoras especializadas).

    En el medio natural, en libertad, anida en el suelo, generalmente en campo abierto libre de obstáculos. La hembra se encarga de excavar una pequeña depresión para poner sus huevos entre hierba añadida.

    Cuando nacen los polluelos presentan plumón denso de tonos anaranjados-pardos-amarillentos, con algunas manchas y líneas negruzcas en la cabeza y el dorso. A los pocos días ya revolotean entre la hierba, levantando el vuelo a partir del décimonoveno.